No hables.-

Jamás sería capaz de hablar tanta porquería de ti ni en los momentos más rudos de mi historia podría decir que eres lo peor que he conocido.
Eres absolutamente todo lo contrario, eres quien me habla cuando todos están callados, eres el que está presente cuando todos simplemente me dan la espalda.

Eres mucho más que un simple eres positivo. Quien ocupa la mayor parte de mis rezos, quien aún llorando es capaz de protegerme y de hacerme sentir que todo, todo está bien. Quien me llama con su voz tan masculina y tierna, quien me hace ver lo más lindo de la vida, quien independiente de lo que opinen jamás me falla.

Y a kilómetros, cuando la distancia se hace presente, te hago presente en parte de mi tiempo, le doy un suspiro a tu memoria para luego calmar las ansías y seguir diciendo, sin aburrirme, que no te cambiaría por ningún objeto y/o persona, tú, querido mío.

Aquella persona que se sienta identificada le rogaría no decir su nombre que ya es suficiente con lo que he dicho.

LiteraturaNegra.-

¿Quién?

No podría afirmar aquella situación y decirle a usted quien fue en realidad... Lo único que podría decir ya que estamos hablando del tema es que no sé de donde proviene, no sé quien se dió cuenta que eso existía, solo sé que ahora lo vivo, que aunque no lo entienda es lo más bonito que he sentido.

LiteraturaNegra.-

549.-

No podría retroceder el tiempo,
creer siquiera que todo es perfecto.
No podría citar y luego morir
porque sería seguir viviendo.

No podría, luego quizás sí, no sé,
no me pidas explicaciones pues no las tengo,
lo siento, pues luego, me habré ido.

¡Calla!
Sé que me he equivocado,
sé que no hay verdad en mis palabras,
solo déjame ir y dejarte vivir.

1890.-

No sé, quizás encontrar encantos en lágrimas,
quizás encontrar vida en una sonrisa perfecta.

No sé, mirar a través de un vaso roto
y ver que las flores aún crecen.

No sé, llorar en medio de la lluvia,
quizás para que no sea vea,
quizás para que no se sienta.

No sé, debatir contra la política
y decirles que equivocan sus vidas
creyendo una verdad que le pertenece a nadie.
Quizás callarles su boca llena de basura,
sus palabras que caen en un río seco,
en la nada misma.

No sé, quizás contarle algo al abuelo,
quizás decirle al joven que viva por su cuenta.

995.-

Huye, no estoy para seguir creyendo.
Sé feliz, no hay momento en que desee
en que te hayas ido.

Obviamente no quepo en tu vida,
obviamente me he suicidado al estar a tu lado,
obviamente he caído en mentiras idiotas,
pero, hoy me doy la vuelta y me voy sola.

Si quieres correr atrás de mi cuerpo,
sigue el recorrido,
pero, no te espantes por lo que ves,
soy feliz con otro, entiéndelo de una vez.

Vivir.-

Como las típicas opiniones en la vida
y los subtítulos enlazados a la boca.

Como el hecho de creer y de soñar

y de seguir mirando hacia adelante.

Como sonreír y llorar,

el típico sentimiento de sentir.

Como también de existir.

¿Cómo?

¿No hay espacio en la sombras ni en la claridad de tus ojos?

¿O sea que lo eterno se ha convertido en el medio de esto?

No puedo esperar a que hables, eso sería eterno

y aunque la eternidad parezca bonita

no es parte del famoso "reencuentro".

El destino juega con mi presencia

y le da la mano a mi partida.

Busca entre sus encantos,

entre sus manantiales muertos.

171.-

Soy de las que entierran palabras,
de las que absorben vida,
pero, jamás viven.

¿Necesitas de mi vida? No lo creo,
ni siquiera, por un momento, lo pienso.

Soy como la escritura al revés,
quizás con más coherencia,
quizás con algo mucho más grande que aprender.

¿A dónde quieres que vaya? Da igual,
sea la respuesta que sea,
mi cuerpo no se moverá.

Pedazos de escarcha.-

Un día como cualquier otro, algo nublado, el viento no acostumbraba a ser tan helado, menos en el desierto.

La vida en esos momentos no estaba cerca mío, casi muerta psicológicamente y viviendo a través de lo que se llama mente. No carecía de alimento, de persona bastante, más que solo un poco.
No podría olvidar la agonía y el pensamiento abstracto de lo que en realidad es vida, no podría olvidar como me sentía, en aquel momento frío en que todo de repente se convierte en armonía.

Es solo frío pensaba y seguía inundando mi pensamiento con ese viento helado que aunque parezca algo retorcido me hacía contemplar la vida de manera positiva. ¿Y es que cómo? Si el frío es desesperante, pero, no tanto como no olvidar un pasado oscuro, mucho más oscuro que las nubes, que el cielo.

Y de un momento a otro, tal y cual como en un freezer pequeños pedazos de hielo cayeron del cielo, cada uno con un recuerdo, como si el tiempo viera como vivo, como existo. Y sin querer entendí como es que el frío puede calmar la angustia de no saber, quizás es porque todo lo que es igual nos hace ver la verdad, quizás porque es el propio frío el que nos hace buscar el calor dentro de lo que aún llamo humanidad.

Just look at me...

Just that.

¡Uf! Tiempo... las típicas delicias y el poder de saber y entender.

Necesito un momento, espera un poco, no es para siempre, déjame ser, un rato, solo un rato, por favor.

Se supone que el tiempo detiene las palabras...

¿Qué pasa si yo quisiera detenerlas?

¿Cambiaría algo de la palabra destino?

Sonríe... a la vida, al enemigo, a quien quieras.

Nada detiene los instintos, solo nosotros mismos, todo lo que empieza termina, y aunque quisiera no entender lo que hago, lo entiendo y sé porque lo hago y no, no puedo seguir así.

El entendimiento ha muerto y nada, créeme, nada es la simulación correcta, todo cambia, nada queda, todo vuelve, nada se aleja.

¿Cómo cambiar todo un planeta tierra?

¿Porqué?

Si debería cambiar uno mismo.

He vuelto.-

Hola... hace tiempo que no escribo, que mis palabras no se tocan entre ellas y el hecho de no escribir ya me trastornaba.

Estoy en esas llamadas vacaciones, donde me alejo de todo, hasta de escribir, como ya habrá visto usted.
He pasado por cosas muy locas y confusiones que trastornan mi mente más de lo que está, pero, ante todo bien.

No dirijo palabras ya, estoy en estado de coma viendo las cosas pasar y además, viviéndolas.
Soy feliz ante todo y con eso simplemente me conformo.

¿Sabes? El tiempo se me hace oscuro y la llegada del fin empieza.

Adiós.

La de siempre y para siempre.

LiteraturaNegra