jueves, 5 de marzo de 2009

2144.-

Comentas la palabra dulce,
la solución bendita
y luego todo lo que podamos decir.

No acostumbras a ser lo que eres
tampoco a disimular que lo sientes.
No, no acostumbras a ser la nada
y menos a ser el todo.

¿Qué más se podría decir?
Si aunque todo estuviese dicho
no habría oídos para oírlo.

No hay comentarios: