martes, 9 de marzo de 2010

Desconocido.-

Llegaste con nada en tus brazos, con tu sonrisa luminosa, con temores escondidos y con palabras que unir.

Me miraste, y sin hablar dijimos más que en conversaciones eternas. No pude ver mal en ti, aún no puedo. Te tengo aferrado a mi locura, a mis sentidos como el parche que une mis temores con mis asombros. Sin decir casi nada, dijiste tanto que lo único que tuve que objetar eran mis encantos.

Seguiste allí y lo sigues estando, sin conocernos, sin saber del otro... La conección se asoma y no hay como detenerla.
Pensar, pensar y seguir sintiendo, es como devolver mi vida a cuando la seguridad triunfaba, a cuando el temor era poco, no era nada... Sin mucho tiempo, hiciste demasiado.

Necesito una mirada más y me quedo en tus ojos... Estancada.

No hay comentarios: