viernes, 15 de octubre de 2010

Querida Vida:

He vuelto a caminar por las mismas piedras que llenaban de orgullo mi vida. El cambio se hace preciso cuando llorar ya no es parte de un todos los días. A veces podemos detenernos a pensar que el ayer es más funcional, pero hoy he llenado de encantos mi vida y me siento feliz, útil, agradecida.

Sigo iniciando oraciones sin grandes valores, pero el valor no se constituye con una verdad que alternativamente parece exacta, el valor es tan pequeño que no llegamos a verlo, pero brilla tan fuertemente que opacarlo no está en manos humanas. Puedo seguir soñando, de eso no se preocupe. He hecho mi vida de sueños inmensos, pequeños, intermedios, altamente contaminantes a la mente que no llena de creatividad sus neuronas. Lo he recordado todo y con recuerdos vivo, con recuerdos avanzo.

Junté todos los errores que he cometido, hizo una bola gigante con ellos, agarré un trozo para el recuerdo y luego la lancé lejos, bien lejos. No para que no volviera, sino para que se tarde más en encontrar mi nuevo mundo lleno de felicidad.

Querida vida entre versos aprendí que seguir era solo verbo, mas continuar a través del tiempo y a pasos de nuestro existir tan recóndito, volví a pensar que no hay razón suficientemente grande como para hacernos mejores amigos del suelo y quedarnos allí haciéndole compañía. Usted bien debe saber que la única compañía que debe tener son mis pies, nada más.

"He llegado al lugar a cual siempre quise estar, no me iré hoy, ni mañana; quizás cuando me aburra y encuentre un nuevo cielo mejor que este"

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra.

No hay comentarios: