jueves, 28 de octubre de 2010

Querida Vida:

"Le veo un tanto extraño a mi lado, sincero a tiempos, vagabundo descalzo, sin grandes acuerdos, todo se vuelve negro y aquél sigue allí buscándome. Yo me escondo"

¿Sentirse feliz es normal? Sí que lo es y me acostumbro a esta sensación tan extraña, pero viva dentro de mí. Se siente fantástico, irreal, a veces confuso, pero no logra disolver mi mente en otro universo. Quizás los miedos deban irse y debo saludar con buena cara a la lucidez. Si en algún momento dije nunca, hoy me arrepiento.

He volado por los cielos más grises y he aterrizado en la tierra más vil. Cuando me precipité a intentarlo por el color azul llegué a esto, a esta luminosidad que mantiene mi boca cerrada, mis ojos abiertos, mis sentidos despiertos. Y sigo soñando aferrada a mi almohada buscando mundos nuevos, caricias con las cuales reír.

Querida Vida cuando usted me hizo arrancar o me enseñó a que temerle a todo era parte de mi fin creo que me estaba tratando de decir que no importa el lugar, el miedo nunca servía como función clara de soledad. El miedo era propio, estúpido la mayor parte de las veces y era tan simple que se ocultaba tan dentro de mí que aunque arrancase mi corazón no lograba dejarlo ir. ¡Ya no importa! Creo que da igual, porque estoy asustada. ¡Muy asustada! Pero encontré en este nuevo momento nuevas alas a cuales afirmarme y seguir... Contra el viento, seguir.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra.

No hay comentarios: