sábado, 31 de diciembre de 2011
Querida Vida:
847.
Lo que sea.
3554.
Algo para regalar.
2237.
El arte que más amo.
Secreto.
4738.
Esqueleto.
Vía.
viernes, 30 de diciembre de 2011
2020.
671.
jueves, 29 de diciembre de 2011
miércoles, 28 de diciembre de 2011
A lo que llamas amor.
lunes, 26 de diciembre de 2011
Tú.
domingo, 25 de diciembre de 2011
Brindis.
jueves, 22 de diciembre de 2011
martes, 20 de diciembre de 2011
Querida Vida:
La vida supone un propósito, propósito que no quiero descubrir, vivir buscando algo en vez de disfrutar aquellas cosas que nacen de la nada es perder tiempo, a mí no me gusta perder tiempo. Y es difícil descifrar y explicar aquellas cosas que hacen de uno un buen recuerdo, aquellos momentos que grabas por inercia y que simplifican en otras palabras tus años. Me sienta incómodo despedirme.
Pertenezco a ese tipo de gente que no quiere pertenecer a las cosas, pero a la vez me aferro demasiado a la sustancia y tengo miedo. Me asusto y grito luego, pero hay una necesidad de seguir mientras la otra te engancha a quedarte y el tiempo sigue y no me espera.
Comprendí que hay cosas que hay que dejar ir, que las etapas son una parte de nuestras vidas, pero son una parte y no el todo... yo no estoy acostumbrada a vivir en el todo, y por más que queramos aferrarnos a la linda compañia que tenemos, existe un universo distinto e inaudito, aunque no quiera darle la bienvenida, sé a resumidas cuentas que terminaré haciendo de esto un recuerdo más, pero recuerde usted también que ha vivido haciéndome despedir de aquello que no quiero y aún así volvemos a lo mismo.
Sin despedidas ni finales, la de siempre y para siempre...
17.10
Filosofía.
viernes, 16 de diciembre de 2011
403.
para qué sentirte de nuevo
escaso en su totalidad
fértil en su humildad
casi vano en mi pensamiento
Tengo la mente muerta en tu regazo
te imagino por completo
paso por paso
el intento fallido de quererte
me desangra y me devuelve
la necesidad de apropiarme de ti
de mi y de la razón
me devuelve y me estanco
en el vacío de nuestra soledad.
4855.
es como regalarte un pedazo de mi existencia
de esos ríos que atraviesan mis ojos perdidos
de esos que ríen a través de mi boca
y mis dientes no los soportan.
La angustia me sofoca
me hace inerte en un mundo lleno de movimiento
te descifro, apenas
dudo poder alcanzarte.
Tener el cuerpo construido con visagras
y reparar en la personificación de tu ausencia
cometer el peor delito de todos
contradecirte es la rutina más hermosa
y el canal menos apropiado para olvidarte.
Partir tu corazón en dos y no saber
a cuál mitad pertenezco
me bastaron las cursilerías
para enterrarte otra vez bajo mis recuerdos
recuerdos fugaces, volátiles, borrosos
no me explico y no te explico
no te borro y no me borras
no me duele y si me arde.
Cae la duda, se apaga la razón
quedo con una sola arista apretada en tu dolor
se apaga el tiempo y no hay pérdida sin ti.
Sin camino ni respuesta
dejo el tiempo a tu razón
se me acabaron las excusas
se me derritió el amor
solo me quedas tú
atascado, prisionero,
inválido.
lunes, 5 de diciembre de 2011
9 y 6
Nunca fui tan directa.
Quise desaparecer y me encontré con tu silueta, un tanto malgastada, pero allí estaba rozándome el brazo sin decir nada. Dije basta, no continuaste.
Tu recuerdo aparece como esos suspiros mal logrados, un poco borroso para mantenerse firme. Mas no necesito tu figura para recordarte, pero si me preguntas si la necesito en estos instantes cambiaría un poco la respuesta y dejaría de ser yo misma. No necesitamos más reglas en este juego (que por cierto, creí que ganaría)
Tus palabras vienen como estacas, esas puntadas que no puedo quitar de mí y que siguen mal tratando mi interior de puro gusto. Si yo me fui para dejarte, ¿Por qué no te has ido? Y entendí que había algo más de por medio. ¡No! No lo entendí, creé una teoría para sentirme ilesa y me constate de varias lesiones, de un centenar con tu nombre.
- y te perdí.
(Hubo mucho gente en ese lugar, pero discúlpame ¿Era tan difícil obviarlas? Que el todo no era yo, la nada era yo y ¿Dónde estaba?, ¿Qué lugar de tu vida me pertenecía a mí? El silencio no sollozó, pero tú preferiste callar todo y me precipité)
Todo el tiempo perdido, los millones de te quiero, los saludos sin respuesta, todo lo que hice, y todo lo que aún hago para verte feliz. ¿Necesitas un poco más de mí? Lo tuviste todo, de mis dulces consejos a mi amarga personalidad, de mis intentos por ser madre a mi poca capacidad de pensar, tuviste hasta mi debilidad.
- y no dormí.
Lloró el día. Me sentí como nunca; idiota, malgastada, fea, sucia, pequeña, errónea, débil. ¡Agh, sabes que odio sentirme débil! Por ti lo sentía todo, terminé sintiendo nada.
Era el lugar equivocado para mirarte y ver como le sonreías a todo el mundo y yo de lejos repetía tu nombre. Era el lugar equivocado para pensarte y escuchar como alabas a todo el mundo menos a mi nombre. Era el lugar equivocado para hacer presencia y darme cuenta que no me notas. Era el lugar equivocado para conocerte y saber que a fin de cuentas nunca hubo final.
- Feliz.
Quería desaparecer, pero me ganaste. Me encogí entre los lazos que formamos, ¡Sí, que formamos! ¿En dónde estás, a qué parte del mundo te fuiste? Dime si hay algo, no me busques más por qués.
¡Eras mucho más que todos!, por lo menos para mí. Y en ese momento aparecen todas las muecas, los silencios irrumpidos, las molestias sin paciencia, los reclamos que me guardé, las palabras que no supe pronunciar, y esos putos etcéteras. ¡Ah! se me olvidó el adiós, que tú pronuncias muy bien.
- yo no sé despedirme de ti. Lo intenté dos años, mírame ¡Sigo aquí!
¿Dónde estás tú? Ofreciendo lugar a todo el mundo.
- yo nunca fui el mundo.
Nunca cambiaste de opinión por mí, no fui ninguna razón en tu vida. Fui fugaz e ínfima, ahora que todo está como está realmente comprendo que nunca tuvo sentido nada. Me calcomí como si fuera piedra, me infesté con toda tu frialdad, pero hubo una diferencia, mas me sentí igual de idiota que siempre.
Tu recuerdo llegó a mí hoy como todos los días, pronuncié tu nombre en mi mente por milésima vez, estaba descalza en lo poco y nada que me queda de memoria, tú estás en todas debatiéndote, complicándome, haciéndome feliz. Y en cada detalle que me inunda sigues siendo lo mismo de siempre. Para mí no has cambiado, aunque socialmente no te conozco.
Si te digo que recordar es volver a vivir, ¿Me encontrarías en tus recuerdos?
Sigo siendo la misma mierda que pisa tu zapato.