sábado, 31 de diciembre de 2011

Querida Vida:

Dicen que entre todo lo que hemos vivido siempre hay una luz que sigue brillando al interior nuestro. En ese camino llamado vida encontré unas cuantas luces para dejarlas en el futuro, mas no entendía en ese tiempo, que uno no selecciona los momentos, estos quedan y ya.

Me siento extraña, las despedidas siempre formaron un enredo para mí y este adiós es más extraño porque he despedido demasiadas cosas como para querer despedir algo más. Este año en general fue la situación más inesperada de mi vida, los momentos más felices, los más triste, los más confusos... Los más emocionantes.

Teniendo en cuenta que este año una de las grandes personas que me hizo amar la educación encontró territorio en el cielo; que encontré un lugar para luchar y para sentirme en casa en ese verbo tan olvidado; que despedí un centenar de cosas que años me vi haciéndolo, pero nunca creí que llegaría el momento. Es el año más significativo y más emocionante que he tenido, porque entre esos lazos llamados amistad, familia y cariño pude en cierta manera, por fin darme cuenta que el amor si bien no es mi palabra favorita, es una de las palabras más necesarias para cambiar el mundo.

Es extraño darse cuenta que el tiempo pasa tan rápido que aprovechar los momentos -inclusos lo que no son tan felices- es el mejor de los consejos. No puedo agradecerle de otra manera todo lo que me hizo vivir este año, todas las emociones que en conjunto me hicieron reír de una u otra forma. Me siento extraña, pero solo porque sé que el camino que viene ahora es distinto, mucho más distinto que el anterior.

Sin finales ni despedidas. La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra
Por ese nuevo año.

Por ese año que pasó.

847.

Se me acaba la sonrisa
y disparo un saludo a la nostalgia
me derrito en consecuencia de tu nombre
y no es necesario.
Vuelvo en medio de la costumbre
y esos pasares sin cariño
el camino recorrido por el adiós
camino parecido al tuyo
al mío
al de unos cuantos.
Se me acaba la sonrisa
y con ella el pasar del tiempo
el refugio de no querer hablar
y tú, te acabas sin mí.
Tratar de entenderme y configurar mi energía para la predisposición. Me inauguro de forma ilimitada sin querer alguien que me tenga ni me posea por completo. No, no soy de esas que buscan pareja, el amor es una palabra de segundo plano, de esas que aún no caben en mi diccionario.

Lo que sea.

¿En qué trozo de tu vida entro yo?
¿En qué mirada eterna estoy yo?
¿En qué recuerdo tuyo aparezco yo?
¿En cuál de todas tus mentiras tengo que ver yo?

Es fácil necesitarte.
Es difícil extrañarte.
Es odioso amarte.
Se me obstruye la mirada
me come el deseo
agitada por la soledad
busco un nuevo encuentro.

3554.

En la comprensión del infinito
la estadía partícipe en la bienvenida
buscamos los tulipanes más preciosos
nos elevamos a tal punto de extrañarnos.

Terminamos consumiéndonos
apropiándonos de miradas que no eran nuestras
liberándonos a través de la palabra libertinaje
y no comprendí, a duras penas
lo que era sentirme otra vez parte de ti.

¿Qué queda de nosotros?
Unos trozos para repartir en quienes queramos
pero no quiero repartirte
ni sentirte escaso en mi soledad
darte como regalo sería entregar lo que una vez fue mío
y te necesito entero, completo.

En la despedida más fortuita
no hay instante para arrepentimientos.

Imaginar lo que es volar a tu lado
caer en la melancolía
aferrarme a tu recuerdo
seguirte a duras penas en el olvido.

Algo para regalar.

Ella se acercó al hecho de conocerse, al aspecto débil de mantenerse lejos de una necesidad. El día contradijo su manera de pensar y toda la filosofía que tanto le costó construir se cayó por una breve cantidad de tiempo. Parecía que hubiese desalojado su propia ausencia, cada sincronía de movimiento contemplaba una nueva razón para estancarse, era fácil tenerlo todo, era fácil perderlo todo. Era difícil sentir.

El tiempo despejaba el sonido que producían sus dientes, el incalculable nerviosismo de no tenerse a sí misma revelaba la inhumanidad que nadie tenía. Sintió que el mundo se le pasaba delante y aún así no descifraba nada que le quedara detrás, toda la vida estuvo creciendo por crecer, llegó el tiempo de volver. No sabía cómo hacerlo.

Se acabaron las situaciones rutinarias, mirar el sentido era perderse de nuevo. Todo lo piensa, y volvió a perderse.

Se aturdió con las pequeñas palabras que salían de su boca, la nostalgia congelaba el frío otoñal de Junio y parecía un encantamiento vivir ahí. La magia era propia del destino, el destino quizo hacer ausencia, todo se perdió por la inundación de pensamientos y el claro amanecer no logró recordarle la estadía que consiguió hace meses atrás, cuando el verano aún despertaba en su habitación.

Su filosofía no la dejaba completar un silencio, sentía que dejaba de lado su ser si seguía con todo. Había algo que la mantenía lejos, había algo que no la dejaba ser. Ese tema, esa ficción, todo lo que uno crea y lo que uno no deja ser, todo lo que se pierde para volver a vivir o empezar de cero, no creía nada de eso.

Hubo una inexactitud en su manera de manifestarse, creyó que todos entenderían su manera de ser y lo que es peor, que alguien querría aún así pertenecer a ella. Se acabó la espera, se suicidó internamente por no entender nada, revivió al instante, pero seguía en la misma duda. Nada ayudaba, todo era igual de incierto.

El invierno se hizo presente y Julio no cambiaba en nada, era la misma soledad de sentirse inerte y creer que todo es posible cuando los demás te dicen que no es así. Ella debatía su mundo entre lo fantástico, lo irreal y lo para nada cuerdo, era fácil sentirse así de alegre cuando tu vida estaba apoyada en un mundo aparte a la realidad. Se le olvidó unos cuantos verbos, y allí, en medio de la espera, acudió a la realidad.

La realidad nunca fue su amiga, la verdad es que la verdad nunca le gustó tanto. Ella se dedicaba a soñar, a inventar paraísos para sentirse útil, nunca perteneció a ninguna regla, el universo no conspiraba para que ella tuviese lo que quería sino ella hacía su propia suerte. Su mundo irreal era lo más real que conocía y no necesitaba verdades, no por ahora.

Refugiarse en las cosas perdidas y sentir el calor de las fotografías era el débil pasatiempo que solía ofrecerle la vida, los libros y la buena música, el calendario propio de la anti monotonía y todo lo desperdiciado de la juventud. Ser niña era su prioridad, aunque escogiese mal las prioridades. Era invierno y todo el frío la consumía en su duda y en las millones de reglas que interpretaba su filosofía. Su filosofía lo era todo, y no entendía cuál era la reacción.

Se olvidó que había algo más allá de lo que ella quisiese ser y todo para lo que estaba preparada surgía de la nada de otra manera, entre los pasos que jamás contó y las verdades que no quiso escuchar se le olvidó una palabra que para todos es fundamental y para ella siempre estuvo en tercer plano.

Se había olvidado que el tiempo era pleno y siempre la iba a llevar al mismo lugar de encuentro.
Más allá del delirio te encontré arrodillado buscando ayuda. Te pregunté qué necesitabas y me dijiste que me quedara ahí, contigo. No supe exactamente qué ayuda podía ofrecerte, luego te miré y entendí que la ayuda iba más allá que estar a tu lado esperando que sanaras.

2237.

No, no necesito de tus rudas elocuencias
ni de tus encantos mal logrados.

Te aferraste al espacio infinito que preparé para ti
junto a las cosas que no pude ver
enterré tu memoria
aunque sigas ahí
enterré tu hermosa figura.

Lidié entre comillas con esa indiferencia que tanto amé
pero amar se contagiaba de las desilusiones
no sabía crecer, no sabía perdurar
yo no hallaba como mantenerla.

En las decisiones duras y en los momentos cálidos
imaginé nuestro mundo inundado de estrellas azules
pero no hubo caso
yo no estaba ahí
tú no estabas allí.

Para mí.
¿Qué se puede decir de ese inapropiado sentimiento de no querer compartir a aquél personaje que está a tu lado?

Sí, soy celosa.
Sin despedidas ni finales.

No creo en esas parafernalias.
Ser Loca de patio. Histérica. Desordenada. Poco femenina. Peleadora. Cabra chica. Impaciente. Enojona. Celosa. Idiota. Soñadora. Impulsiva. Miedosa. Inquieta. Conversadora. Mañosa. Inadaptada a los cambios. Insegura. Sentimental. Poco cariñosa. De las que reprimen lo que sienten. De las que se aburren rápido. Irónica. Bipolar. Atípica.

Perfección puedes irte a la mierda.

El arte que más amo.

Muéstrame el momento exacto en que la locura hizo que desenvolviera mi rostro en ti. Todo lo que soy y significo se siente viva a través de tu silueta enmarcada con palabras. Cada silencio, dolor y alegría que me inunda es otro verbo confeccionado por y para ti.

Sentirme en casa solo por tenerte, por apropiarme de tu nombre y contagiarme de todas las singularidades que contienes. Soy espectadora de lo que dices y creadora de lo que aún no puedes decir. Me llenas de una manera particular no comprendida aún, ni siquiera por mí.

Sigues mis luchas al pie de la letra, intervienes en mis dolores y contribuyes a mi alegría. Necesito de ti para sentirme viva.

Definir todas las palabras en un sinfín de oraciones, tener que contarlo todo sin decir mucho. Esa fidelidad de poseer aquello que nunca llevó nombre, ni siquiera el mío.

Porque tú y solo tú entendiste mi loca manera de ser y mi filosofía eterna de vida.
Me quedé en silencio esperándote.

Te extraño.
Tu fortaleza. Mi fragilidad. Tu coherencia. Mi desorden. Tu equilibrio. Mi locura. Tus problemas. Mis delirios. Tu seguridad. Mis miedos. Tus virtudes. Mis defectos. Tus palabras. Mis sentimientos. Tus colores. Mis sombras. Tu paciencia. Mi impaciencia. Tu extraña perfección. Mi imperfección. Tu humanidad. Mi humanidad.

Tu compañía.

Secreto.

- ¿Cuál es la batalla?
- No sé que nombre tiene, puedes apodarla como quieras.
- ¿Y si le pongo tu nombre?
- Entonces crees que tienes que pelearme.
- No es lo que creo, pero sé que es así.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque en cada palabra que das no encuentro reposo, en cada silencio que das me siento inconforme, pero es el cariño, el estúpido cariño el que me mantiene atada a ti.
- Eso quiero decir que yo no soy la batalla. Tú estás peleando contigo misma por algo que yo no puedo solucionar.
- Si puedes.
- Dime cómo.
- Cambia.
- Entonces no me quieres.

4738.

Quizás te pienso más de lo debido
recorro sin energía tu cuerpo y tus ojos
esos ríos color verde que distraen mi persona
deambulo por ahí donde termina tu pecho
termino en los centímetros exactos de tu boca.

De la nada llego a tu figura inexacta
a las curvas que no existen
a la más pura muestra de tu sexo
libre de todo prejuicio
pobre de mi cariño.

Siento el olor distante de tu perfume
de esa insaciable necesidad de volver a tenerte
siento a escondidas tus pasos fríos en la noche
me siento en la cama esperándote, buscándote
inventándote.

La fragilidad que me encontraste y el sudor de
habernos dibujado por un instante nos dejan
a la deriva mirándonos como fieles humanos
como imperfectas situaciones, nos inventamos
para volver al inicio y nos faltaba tiempo
nos quedamos inmundos
erróneos
frívolos
perdidos.

Quizás te pienso más de lo debido
no me acostumbro a ese pesar
me miro y me toco y no te encuentro
te miras y te tocas y no me tienes.
Ese afán inconfundible de querer devolverte a la vida.

Esqueleto.

Preferí dibujarte. Sentirte en esa gama de colores, de tonos grises, de azules brillantes y colores pasteles. Tenerte en cuenta en el arte es partirme en las piezas necesarias para enfrentarme a mí misma.

Preferí dibujarte. Entenderte a través de lo que sientes y no tocas, de lo que no puedes decirme por miedo o quizás porque no existen palabras para explicarlo. Necesitarte es como empezar de nuevo, como extrañar el pulso en la muñeca, esa sensación frágil de indagar en ti, de tenerte.

Preferí dibujarte. Imaginarte en las líneas deformes que creé solo para ti, en esas sombras dispares que no puedo distinguir. Entre la línea recta de tu rostro al dulce reflejo de tu sonrisa me instauro en la dosis diaria de ti.

Preferí dibujarte. Amar lo que no eres y creer lo que no ves. Detrás de esas ilusiones encontrarte casi desnudo en tu humanidad. Amar lo que puedes ser y lo que necesito de ti. Perdonar el error de no saber dibujarte.

Preferí dibujarte. Distinguirte como te veo, solo con mi mirada, con esos ojos caoba que retratas cada vez que me hablas.

Vía.

¿Hasta qué punto la fragilidad nos absorbe y nos llena como un par de marionetas?

Hasta que la vida misma hable y me encuentre en su residencia buscando un poco de comprensión, falta un minúsculo segundo para vernos otra vez y discutir sobre las mismas cosas. Me basta y me sobra su consideración de no verme cuerda en las situaciones cotidianas de la vida, pero necesito un poco de tiempo para demostrar que en esa fragilidad tan espeluznante y espontánea hay un trozo de mí buscando salida.
En el reposo de mi cuerpo logré encontrarte de nuevo sin más rumbo que mi hogar. Detesto negarte la entrada, pero el tiempo es suficiente y cortó la distancia en una inexistencia total. Por más que te recuerde, por más que te vea rondando en mi imaginación, por más que te quiera... No te conozco.

viernes, 30 de diciembre de 2011

2020.

Te extraño con una pizca de silencio
de esa cantidad justa de querernos
esa inapropiada sonrisa
el dolor exacto en la lánguida pérdida.
Te extraño con una pizca de ironía
de esa cantidad apropiada de desencantos
esos lujos sinceros de avaricia
la lujuria describiéndonos en carne viva
esa luz que derriba tus ojos cafés.
Te extraño con una pizca de malicia
de esa cantidad inerte de cariño
esa sinfonía creada para otro cuerpo
y la figura incesante que no tengo.
Te extraño con una pizca de dulzura
de esa cantidad justa de juegos infantiles
esos problemas desolados como fobias
esa sensación necesaria de seguridad
la más sensata de las justificaciones
el perdón que nos derrota como jóvenes.
Te extraño con una pizca de extrañeza
de esa cantidad idónea de extrañar
ese sentir de ausencia
el pecado de no volverte a ver
esa cantidad numerosa de sentirte
indiferente a mí.
¿De qué manera te explico que se muere la sincronía en pos de tus sentidos? Me parece inerte tu sentimiento extraño de parecer a mi lado sin siquiera quererme. Tengo el corazón adolorido con esa droga llamada amor. La droga perfecta para el triángulo equilátero que formamos.

671.

De alguna manera alcancé a encontrarme
me tiritaban las ganas
al encuentro conmigo misma
necesitaba un final más cuerdo
más decente que el principio.

El brillo glacial de mi compañía
y ese estado inoportuno de no reír
me creció un silencio incoloro
y unas cuantas palabra qué decir
trepó hacia mí la dulce ironía
de volverme a tener por completo
de sentirme hasta la más grande inmensidad
conocerme era la fórmula perfecta para morir.

Me crecieron los ojos
se me endulzó la boca
y entre los palpitares de nuestros corazones
volví a tenerme, casi por completo
casi por coincidencia
volví a quererme
sin sentirme
sin tocarme
volví, a tiempo hacia mí.

Inundada por la mirada absurda de mi interior
caí en el principio de todo mi fundamento
quise creerme sin poder amarme
sin poder devolverme la mirada
incapaz de todo logro
volví a mi interior
a esa vida que nunca pude cerrar
a ese dolor que no puedo borrar.

jueves, 29 de diciembre de 2011

¿En qué cabeza de mierda cabe que el amor es un suplicio de todo lo que vemos?, ¿En que corazón real cabe que el amor es la posesión completa de un cuerpo?, ¿En qué mente cabe que el amor es esa cosa que todos esperan tener?

Ándate.
¿En qué momento nos hicimos en humanos?

¿En qué momento dejamos de serlo?

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Me partí en dos. Ninguna parte de pertenece.

A lo que llamas amor.

La velocidad pudo un poco más que nosotros
nos dedicó un par de poemas para relajarnos
quiso, entre tantas cosas, tenernos
yo no pude
tú pudiste
no hubo elección.

Ella nos pidió un poco de orden
orden que no sé dar
en el cobijo de sus órdenes
enterré mi coherencia debajo de tu humildad
mis pasos calmados no cabían
no deseaban abarcan tanto poco territorio.

Me despedí sin clemencia
sin perdones de por medio.
La velocidad me aferró a la lentitud del tiempo
y al opaco resplandor de lo que significábamos los dos.

Los números de nuestra fecha
revoloteaban buscando hogar
¡¿Y qué si ya no damos más?!

Ya no tengo tiempo para pensar en ti
ya no tengo ganas para pensar en ti.
La velocidad me absorbe y revienta todo mi pulmón
no hay hogar en esto
no hay disciplina.

A lo que llamas amor
es la especie de contradicciones que no sabes tener.
A lo que llamas amor
no pertenezco.

3470.

martes, 27 de diciembre de 2011

El arte nos hizo amarnos. El arte no nos dejó odiarnos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

"Te amaré porque no logro diferenciar mi vida de este nuevo vivir. Te amaré porque el silencio no se acostumbró a mi caída libre y en el reposo supe que vivía lejos de él. Te amaré porque en cada susurro que no ejecutas hay un tono de cordialidad en lo que significas. Te amaré porque en todo lo que recuerdo y en todo lo que sé que he vivido tu significado es más grande que mi figura, mis ojos, mis brazos e incluso que mi mente"

Tú.

Podría definir lo que significa extrañarte, aunque redundaría en todo lo que hemos hecho. Podría definir en pocas palabras lo que significa dejar de verte sonreír por meses y envolverme en los recuerdos que me llevan a ti sólo para pertenecerte un tiempo.

Podría definirte sin medidas ni estadísticas lo que es sentirte todos los días al lado mío y aún así no tenerte. Podría definir lo que significa mentirme todos los días para recordarte otra vez. Podría definir lo que se siente escuchar tu voz y rodearse de tu muda melodía, pero entraría a dejar el espacio lleno de ti y tú solo me perteneces a mí.

Podría definir lo que es mirarte a los ojos y perderme en el suave movimiento de tus pupilas, acostarse en tu hombro y despertarme en tus sueños... Podría definir cada sensación que contiene tu cuerpo, pero sería una especie de diccionario y tú no sirves para eso.

Podría definirte, aunque eso es pérdida de tiempo.
Sí, no hay manera de darme en el gusto. Porque cada vez que siquiera lo intentas dejas de ser tu mismo y ahí, ahí no me gustas.
Hoy es de esos días que tienen olor a mañana.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Brindis.

Rumbo al norte el silencio hacía un contraste de colores. Me divertía con el cimiento de necesidades que corrían en mi cabezas y en las teorías inversas de la realidad encontré la manera de verme inmersa en el mundo imaginario que creé solo para mí.

Ser indiscreta en la sociedad es como pegarle a la rutina y seguir amontonando razones para los cuentos. Me escapé a ese lado de la ciudad al cuál tu no perteneces, ese lado que llena de obscuridad tu mundo para decirte adiós. Me escapé porque a fin de cuentas ese no era mi hogar.

Perdí unos cuantos días en tu memoria y se hizo eterna la estadía en esas neuronas que no pude comprender, en esos infiernos que pertenecí por costumbre y los cielos en que enterraste mis peores miedos.

Necesitarte era encontrarte de alguna manera. No hubo maneras en nosotros, con el tiempo descubrí que no estábamos hechos para odiarnos.

Menos para querernos.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Ser absurda cuando se habla de vida.
Ser loca cuando se trata de vivir.

martes, 20 de diciembre de 2011

Querida Vida:

En el último mes del año he sentido los finales a los que me creía preparada, pero fueron mucho más sentimentales que eso, fue como despegarme de un pedazo de mi misma, fue como envolver los momentos en un espacio en mi memoria y seguir como si eso no doliese, como si no alegrase haber vivido todo lo que viví.

La vida supone un propósito, propósito que no quiero descubrir, vivir buscando algo en vez de disfrutar aquellas cosas que nacen de la nada es perder tiempo, a mí no me gusta perder tiempo. Y es difícil descifrar y explicar aquellas cosas que hacen de uno un buen recuerdo, aquellos momentos que grabas por inercia y que simplifican en otras palabras tus años. Me sienta incómodo despedirme.

Pertenezco a ese tipo de gente que no quiere pertenecer a las cosas, pero a la vez me aferro demasiado a la sustancia y tengo miedo. Me asusto y grito luego, pero hay una necesidad de seguir mientras la otra te engancha a quedarte y el tiempo sigue y no me espera.

Comprendí que hay cosas que hay que dejar ir, que las etapas son una parte de nuestras vidas, pero son una parte y no el todo... yo no estoy acostumbrada a vivir en el todo, y por más que queramos aferrarnos a la linda compañia que tenemos, existe un universo distinto e inaudito, aunque no quiera darle la bienvenida, sé a resumidas cuentas que terminaré haciendo de esto un recuerdo más, pero recuerde usted también que ha vivido haciéndome despedir de aquello que no quiero y aún así volvemos a lo mismo.

Sin despedidas ni finales, la de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

17.10

Se anula el pensamiento en un tres cuartos de hora. Me parece sentir entre medio de la luz el palpitar de tu vista. Indefinidamente nos mostramos el uno al otro, caemos en la filosofía ambigua que parece llamarnos todo el tiempo y nos ilusionamos con unos cuantos defectos. Se hizo eterna la lucha, se hizo eterno el adiós.

Filosofía.

Sí, lo sé, habíamos dicho que merecía un cambio, no un cambio cualquiera, de esos que atribuyes a un milagro. Se me hizo difícil entender la ocasión, más la ideología que cumplíamos de por medio... Entendía todo lo demás, pero cambiar era como renunciar a mi misma.

No te seguí... y no me arrepiento.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Reírme de tu imaginación
devolverte a la vida.

403.

No hallo para qué mentirte
para qué sentirte de nuevo
escaso en su totalidad
fértil en su humildad
casi vano en mi pensamiento
Tengo la mente muerta en tu regazo
te imagino por completo
paso por paso
el intento fallido de quererte
me desangra y me devuelve
la necesidad de apropiarme de ti
de mi y de la razón
me devuelve y me estanco
en el vacío de nuestra soledad.

4855.

Tener al miedo personificado con tu ausencia
es como regalarte un pedazo de mi existencia
de esos ríos que atraviesan mis ojos perdidos
de esos que ríen a través de mi boca
y mis dientes no los soportan.

La angustia me sofoca
me hace inerte en un mundo lleno de movimiento
te descifro, apenas
dudo poder alcanzarte.

Tener el cuerpo construido con visagras
y reparar en la personificación de tu ausencia
cometer el peor delito de todos
contradecirte es la rutina más hermosa
y el canal menos apropiado para olvidarte.

Partir tu corazón en dos y no saber
a cuál mitad pertenezco
me bastaron las cursilerías
para enterrarte otra vez bajo mis recuerdos
recuerdos fugaces, volátiles, borrosos
no me explico y no te explico
no te borro y no me borras
no me duele y si me arde.

Cae la duda, se apaga la razón
quedo con una sola arista apretada en tu dolor
se apaga el tiempo y no hay pérdida sin ti.

Sin camino ni respuesta
dejo el tiempo a tu razón
se me acabaron las excusas
se me derritió el amor
solo me quedas tú
atascado, prisionero,
inválido.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Y a fin de cuentas no hubo mentira que no ocultase una verdad.

lunes, 5 de diciembre de 2011

9 y 6

Doblé el silencio en dos
no supe multiplicarlo con las típicas palabras de amor.
Contraje tu silencio, y sentí
que en resumen, perdí.
Dilaté tu ausencia como dilatamos el cariño
no sufrí por ti, a duras penas
malentendimos todo
o yo malentendí ciertas partes.
Hay un sitio indefinido donde seguimos
cabiendo los dos, me siento extraña en
tu presencia y no sé disipar el dolor.
Aprender que necesitarte es más duro que amarte
es definición completa a imaginación.
Te perdí porque quise
y sigo sin descubrir que es eso.
A través de tu mirada sigo congelando mi interior
y sigues ahí, contemplándome partir
y aunque el silencio ya no nos acompañe
no sabemos vivir sin él
no aprendimos a vivir juntos.
Yo no aprendí a seguirte todo el tiempo
a disfrutar de las cursilerías y de tus pasatiempos
de tus contrastes malgastados y tu forma de vestir,
no aprendí a disfrutar todo lo que significabas
porque a fin de cuentas no eras nada de lo que
yo podría significar.
¿Cómo nombrar amor aquello que jamás lo fue?
Con tu nombre por supuesto
es lo único que te debo.

921.

Nunca fui tan directa.

Quise desaparecer y me encontré con tu silueta, un tanto malgastada, pero allí estaba rozándome el brazo sin decir nada. Dije basta, no continuaste.


Tu recuerdo aparece como esos suspiros mal logrados, un poco borroso para mantenerse firme. Mas no necesito tu figura para recordarte, pero si me preguntas si la necesito en estos instantes cambiaría un poco la respuesta y dejaría de ser yo misma. No necesitamos más reglas en este juego (que por cierto, creí que ganaría)


Tus palabras vienen como estacas, esas puntadas que no puedo quitar de mí y que siguen mal tratando mi interior de puro gusto. Si yo me fui para dejarte, ¿Por qué no te has ido? Y entendí que había algo más de por medio. ¡No! No lo entendí, creé una teoría para sentirme ilesa y me constate de varias lesiones, de un centenar con tu nombre.


- y te perdí.


(Hubo mucho gente en ese lugar, pero discúlpame ¿Era tan difícil obviarlas? Que el todo no era yo, la nada era yo y ¿Dónde estaba?, ¿Qué lugar de tu vida me pertenecía a mí? El silencio no sollozó, pero tú preferiste callar todo y me precipité)


Todo el tiempo perdido, los millones de te quiero, los saludos sin respuesta, todo lo que hice, y todo lo que aún hago para verte feliz. ¿Necesitas un poco más de mí? Lo tuviste todo, de mis dulces consejos a mi amarga personalidad, de mis intentos por ser madre a mi poca capacidad de pensar, tuviste hasta mi debilidad.


- y no dormí.


Lloró el día. Me sentí como nunca; idiota, malgastada, fea, sucia, pequeña, errónea, débil. ¡Agh, sabes que odio sentirme débil! Por ti lo sentía todo, terminé sintiendo nada.


Era el lugar equivocado para mirarte y ver como le sonreías a todo el mundo y yo de lejos repetía tu nombre. Era el lugar equivocado para pensarte y escuchar como alabas a todo el mundo menos a mi nombre. Era el lugar equivocado para hacer presencia y darme cuenta que no me notas. Era el lugar equivocado para conocerte y saber que a fin de cuentas nunca hubo final.


- Feliz.


Quería desaparecer, pero me ganaste. Me encogí entre los lazos que formamos, ¡Sí, que formamos! ¿En dónde estás, a qué parte del mundo te fuiste? Dime si hay algo, no me busques más por qués.


¡Eras mucho más que todos!, por lo menos para mí. Y en ese momento aparecen todas las muecas, los silencios irrumpidos, las molestias sin paciencia, los reclamos que me guardé, las palabras que no supe pronunciar, y esos putos etcéteras. ¡Ah! se me olvidó el adiós, que tú pronuncias muy bien.


- yo no sé despedirme de ti. Lo intenté dos años, mírame ¡Sigo aquí!


¿Dónde estás tú? Ofreciendo lugar a todo el mundo.


- yo nunca fui el mundo.


Nunca cambiaste de opinión por mí, no fui ninguna razón en tu vida. Fui fugaz e ínfima, ahora que todo está como está realmente comprendo que nunca tuvo sentido nada. Me calcomí como si fuera piedra, me infesté con toda tu frialdad, pero hubo una diferencia, mas me sentí igual de idiota que siempre.


Tu recuerdo llegó a mí hoy como todos los días, pronuncié tu nombre en mi mente por milésima vez, estaba descalza en lo poco y nada que me queda de memoria, tú estás en todas debatiéndote, complicándome, haciéndome feliz. Y en cada detalle que me inunda sigues siendo lo mismo de siempre. Para mí no has cambiado, aunque socialmente no te conozco.


Si te digo que recordar es volver a vivir, ¿Me encontrarías en tus recuerdos?


Sigo siendo la misma mierda que pisa tu zapato.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Olvidé mencionarte que aún sigo siendo una niña
y que por más que intentes hacérmelo olvidar
es lo único que puedo recordar.

lunes, 28 de noviembre de 2011

El abrazo consumido de aferrarte a mi alma
caer los dos en el mismo infinito.

No necesito de tus palabras
necesito de tu presencia ausente
de tus marcas desangradas.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Tu extraña manera de ser tocó mi estúpida manera de sentir.

Pieza de teatro.

Se quedó dando vuelta la locura y el trastorno innato de la soledad. Puso un pie en la página final del libro sin leer el clímax, juntó un par de amigos en su momento para recrear el sinfín de palabras que recorrían cada espacio de esas hojas.

Imaginó que el clímax no lo era todo y sólo montó. Se quedó trabado en los tantos juegos que solía jugar cuando chico, no creía en los grandes problemas. La larga tira de su vida siempre fue el camino recto que sus padres supieron darle, se quedó estancado en las emociones fáciles, insípidas, incoloras.

Entre los garabatos del guión y la escenografía barata se paró un tiempo a pensar en lo larga y desabrida que sonaba su obra, no optó por seguir los cuentos, la tragedia no era lo suyo, pero tampoco conocía la comedia. Había que inventar una nueva categoría.

Se sintió ínfimo en su esplendo, el insípido sentimiento de cólera no le agrada ni un poco, decidió quitarse esa emoción tan fría y volver a la mecánica de su vida. Repitió unas tantas líneas para no perder el ritmo, se sintió ajeno en su propio lugar.

Nunca conoció un clímax, el único clímax que olvidó era su vida.

Amanecer.

Facilité mis ganas para quererte por descuento
mi alma escaló mi larga cabellera
la adrenalina cautivó su inmortal encanto
otra vez
hubo mil tratos que romper
un par de caminos que atar a mi cabeza.

Le perdí el miedo a tu silueta
a tus descalzos pies acostados sobre los míos
a tus labios que le declaran guerra a los míos
a tus ojos que se aferran al color claro de mi cuerpo.
Le perdí el miedo a verte reír.

Me tragué tu indiferencia por mera casualidad
y en un cuarto de hora
no hubo lugar ni tiempo para escapar.

El frenesí de tu constante locura
el dolor de tu espalda vieja
el sueño de tus ojos cansados
la ironía de tus palabra
el sonido de tus huesos
el palpitar nulo de tu corazón.

Me tragué tu indiferencia
renací en tu dolor.

3664.

jueves, 17 de noviembre de 2011

¿En qué lugar del mundo puedo encontrarte?
¿Hasta qué punto somos capaces?

sábado, 12 de noviembre de 2011

4431.

Yo le puse mil y un nombres a tu figura
fui yo la que esperó horas en la cama
yo era la que vivió esperando
era yo la estúpida amargada.

No dudé un segundo en malgastarme
en contarte toda mi historia
desperdiciarme en ti
que siguieras el juego
el juego que no inventé para ti.

Llené el día con un par de remedios
la estúpida amargada seguía allí
quise cerrar las historias de una vez
logré cerrarte a ti... mas no a mí.

Te miro.
Me miras.
Te hablo.
Me hablas.
Te extraño.
Me extraña.

Fui todo lo que quisiste
todo lo que quisiste ver partir.

No hay siquiera un fin.

Querida Vida:

La idea corrió a cien kilómetros por hora, no me percaté del aumento de velocidad. Desapareció.

Sentada en los bancos de la memoria logré recordar aquellas situaciones que hacían de mí otro espécimen para analizar. De esas tantas extrañezas que revelaba mi alma, estaba escondido el miedo.

Contratar a la nostalgia como enemiga sin mencionarle que la tengo en mi mano disfrazada de un par de agonías. Ya me sé el cuento, un día somos y el otro día no... La costumbre de cambiar y estar todo el día en constante silencio. Me enmarco y vuelvo a salir.

Conté mil ilusiones con un millón de nombres, recibí una cantidad de golpes por no ser lo que esperaban; esa costumbre idiota de parecerse a nadie, de seguir el escándalo mediático, pero jamás creer en él. Sí, es más divertido así.

Siempre creí que la verdad es relativa, nunca confundí los aciertos para tener que caer en la duda, no hubo necesidad de caer. Vivir constantemente en la duda, es no buscar respuesta sabiendo que la hay. He perdido el tiempo en demasiadas cosas, no pierdo el tiempo en saber qué significa esto.

Cuando entendí que las respuestas no van conmigo, empecé a vivir.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra
Te seguí.
Te perdí.
Te olvidé.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Maldito capricho de quererte.

Demasiadas soluciones al problema
ninguna cura.

Maldito capricho de olvidarte.

Esto de no saber amarte.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Me desesperé al verte sonreír otra vez.
La magia no funciona para mí.
Cabe destacar que no soy la única.
Tengo mil y dos razones para sacarte de mi vida.
Ninguna me importa.
Todas opinan.

Girar en círculos.

Tres años y dos días me costó silenciarme, quedarme estática en la solución para desenvolverme en la vida misma. Me encontré con un par de situaciones abstractas, sentenciar lo poco y nada de palabra que salía de mis labios era la única manera de sentir. Imaginé de a poco tu llegada y relajé cada músculo de mi cuerpo para verte sonreír una vez más, en mis sueños obviamente no eras el pedazo de estiércol que hoy representar. Todo pasado suena mejor cuando te ríes un poco de él y de ti también.

domingo, 6 de noviembre de 2011

1549.

Me excedí hasta tal punto de auto-destruirme
saboreé tus palabras hasta el final
sin concluir terminé en tus labios.

Ir de un lado a otro interviniendo en
mi propia descoordinación
se desvanece el sonido
susurra el nítido color
ya no intervengo.

Sufrió mi cabeza al no pensar
y se lastimó con sus propias heridas.
No hay que lamentar.

Se me inundó la cabeza con frías soluciones
no hay qué solucionar.
Me enteré de todas las mentiras, de las verdades
de aquellas que oculté
de aquellas que no pronuncié.

Te vi partir como una de las tantas primaveras de mi vida.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tresaños.

"A veces te quiero con un poco de recuerdo, a veces te necesito con un poco de mesura, a veces te extraño con un poco de extrañeza, a tiempos te amo con un poco de brutalidad"

Tú me recuerdas a todos los cambios que ha sufrido mi existencia, me recuerdas a esas cosas que he dejado de querer, que dejado de sentir a través de los días, a través de todo. Me recuerdas a la niñez que no he terminado, al sinfín de emociones que has deseado sentir a mi lado, a todos los recuerdos que no he podido dejar atrás de egoísta. Tú me recuerdas a mí.

Los dos son los días que no quiero vivir, ese número que contiene muchos más finales que bienvenidas, pero tú estás en esta última; siempre constante.

Son tres años de larga distancia, de cariños inapropiados, de sentimientos sin refugio, de llantos que no calmo, de felicidades que no puedo dejar pasar. Y de esos tres años en que el mundo sigue siendo casi lo mismo a mi alrededor...

Tú sigues siendo mi escape.

Y más que eso, sigues siendo el baúl de mis recuerdos. Por esos tres años que no comprendo, por esos tres años que viví refugiándome en la suavidad de nuestras palabras, tú mi escape y yo tu vitalidad.

Sigues siendo la mejor de mis posesiones.

martes, 1 de noviembre de 2011

Mañana es tu día espacio divino. Mañana trae consigo el recuerdo de haber empezado en ti.

jueves, 27 de octubre de 2011

02.07

Quise arrancar. Era un despertar inhumano, se me ocurrió acercarme a ti. Aún no recuerdo por qué. A la distancia te sentía.

Recuerdo que era un día Jueves, quizás haya sido Martes, pero no sé en exactitud que día habrá caído ese dos. Aunque da exactamente lo mismo que día de la semana haya sido, total, el momento no ha cambiado... Muy pocas cosas han cambiado desde aquél día.

- Yo soy una de ellas -

Se nubló el día en tu ausencia, reparé en los rincones mi soledad y observé de nuevo tu rostro. Mi imaginación siempre hizo un buen trabajo, es lo único que me funciona cuando de extrañar hablamos. No recuerdo bien en qué momento paré la situación para volver a tenerte, pero dudo que en otro momento me haya sentido tan feliz.

Partí en mitad mi vida para verte sonreír una vez más y no pude concretar nada. La imaginación me llegó hasta un punto límite y aunque todo parezca igual, estamos claras que no lo es. Sentirte era complicado. Ya no te siento.

De la nada todo se hizo más doloroso, quizás no. Todo se hizo más confuso y ahí entendí que parte de lo que soy, parte de todo lo que quise y me atreví a ser fue gracias a todo lo que significabas tú.

Tal vez te pensé más de lo debido, tu imagen no me era muy clara. Mentira, era cosa de verme al espejo y verte a ti, con unos cuántos años más. Aún así se me era difícil divisarte. Te dibujaba entre los cabellos claros que tenemos y el carácter idiota que ninguna de las dos jamás reconoció. Te dibujé casi por pasatiempo. Necesitaba tu figura.

Junto con los recuerdos me vino el pesar de tu presencia y con él... tu distancia.

Te esperé toda mi vida, y en el momento en que creí que me esperarías. Te fuiste. Yo esperé que volvieses a aparecer, mínimo sentirte. Aún no te siento.

- Tres años, tres meses y veinticinco días -

Mantengo la misma la palabra, el mismo silencio, la misma mirada, el mismo recuerdo. Y aún no olvido que decidiste esperar a todos, menos a mí.

Yo aún sigo esperándote.

lunes, 24 de octubre de 2011

Irrealidad de vivir contigo.
Realidad de no saber de ti.

F u c k.

sábado, 22 de octubre de 2011

881.

Atrapar el pensamiento con un sinfín de emociones.

Mirarlo sin ganas de enterrarme en él
seguirle la espalda en silencio
amenazando su espacio, recobrando su dolor.

Me interpreto como cada decisión absurda.

viernes, 21 de octubre de 2011

Querida Vida:

En el afán de defenderme terminé yendo contra mí misma.

Se terminó la historia para comenzar otra, detuve mi historia. Contagiada de nostalgia recurrí a las ganas de volver a mí misma, de sentirme yo otra vez, entre todas esas luces encontré un puñal de contradicciones, me senté.

Salió natural toda expresión premeditada, me sentí desnuda entre las peleas ideológicas de mi cerebro, confundí entre otras palabras, el dolor.

El ruido de las cosas me cansa, me susurran miles de soluciones para vivir, pero yo no quiero soluciones, no quiero cosas concretas. Necesito creer un poco, necesito un poco de imaginación.

Me salen mariposas del hígado y revuelvo entre los escombros lo poco y nada de fe que conservo, más para vivir que para encantar mi mente, pero necesito de algo, necesito de esto. Es complicado vivir entre la espada y la pared, por eso preferí vivir en la risa. Me estanqué allí siendo lo más irreal posible, conteniéndome entre las frases pequeñas y absurdas de la simpleza y opté por callar aquello que era más fácil escribir.

Era intentar o dejarme vencer.

Jamás fui lo que esperaban ni pensaba como ellos lo hacían. Ser aquello que nadie se atrevió a ser era una filosofía de vida, y no interpreté con esas ilusiones y esos amargos encantos que todos necesitaban para vivir.

Soy diferente porque acepté serlo, porque entendí que cada ser humano es distinto en esencia. No necesité de un grupo social, de un partido político para ser un humano. Me agradaba la idea de ser distinta porque en cierto modo, no me gusta parecerme a los demás.

En el afán de definirme terminé viviendo.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

martes, 18 de octubre de 2011

Parece como si los días fueran gritos ahogados
como si el dolor no supiese manifestarse.

485.

Perdí el atajo
caminé al revés
perdí el dolor.

Entre la mirada intensa
y los dolores pasajeros
me enterré a mí misma.

Limpié de a poco mi humildad
me sentí orgullosa por un segundo
y en todo el reto continuo de la soledad
pensé de nuevo.

- todo lo que no se tiene
todo lo que vivimos dando -

Perdí el control de mí misma
maté el tiempo de un golpe
perdí todo de mí.

miércoles, 12 de octubre de 2011

4533.

Ponerle frenos al pensamiento
dejar avanzar al corazón
inundar la cabeza con motores
fluir sin reparos, sin conmoción.

El silencio fluido, la maldad que no es
calculada, el frío que me enlaza a ti
me devuelve a tu vida una y otra vez.

Te respiro por inercia
me constato de tus palabras
te siento casi atascado en mí
te siento, caído.

Anular el sentido contrario para pertenecerte
conseguir el instante preciso
la sonrisa perfecta, el dolor confuso
tu presencia.

En mí.

Te respiro por inercia
te respiro como consecuencia.

Dar vuelta el tiempo y confundirte
necesitarte
olvidarte
respirarte.

Mentirte es la manera más sencilla de olvidarte.

domingo, 9 de octubre de 2011

Reparar el olvido. Seguir olvidando.

Retrato.

El mundo contaba estrellas
yo me perdía en ellas.

Se disfrazaba el intenso recuerdo
se acomodaba la inútil pasión
grababan la ironía, disfrutaban el dolor
corrían a velocidad luz
no se alcanzaban, no alcancé.

Controlar la vida por inercia
confundir el perdón con el olvido
olvidarte por coincidencia.

Eternidad casi consumida
aprecio incalculable
perder lo ganado
ganar lo que no he perdido
sentirte a cada instante
en un segundo.

En el paso absurdo de nuestra soledad
encontré nuestra obra perfecta
no ser la Julieta que esperabas
era mi mayor protagonismo.

2837.

viernes, 30 de septiembre de 2011

El adiós de siempre y los meses. Queda poco para ti, queda demasiado para mí.

29 meses.

Abrir el pensamiento para seguirte descalza, casi inhumana en tu propiedad. Te pensé, te sentí, te quise incluso, sin más que desear. Contemplé el cerrar y abrir de tus párpados, el calculable deseo de poder tenernos el uno al otro y no comprendí que al final todo lo que significamos es lo único que prevalece.

Lo siento.

Querida Vida:

A través del tiempo hemos de vernos a nosotros mismos volar, encontrarnos en nuestro sitio creado por nosotros mismos, volar a través de nuestra imaginación, seguirnos casi por prejuicio, casi por maldad, casi por virtud.

Recuerdo ese día en que me recordaste que el tiempo era ligero y que había un sinfín de emociones que debían surgir de nosotros. Te creí por inocencia, te creí porque no dudaba creerte. Hay cuento que vengo a formar ahora, hay un cuento que no tiene ni principio ni desenlace -o por lo menos no he de recordarlo- pero el desarrollo constante, monótono, casi aburrido.

Despierta en mí el augurio de sostenerme, de seguir encandilada en la misma noción. Tenerle era como encontrarle, siendo distinto era lo mismo. Desperdicié años de infancia, de juventud, de vida en carne propia poder reconocerle como su gran función y olvidé volar.

Abrí de a poco mis alas para encontrarme en un sitio nuevo, para poder seguirle a cada instante sin tener que retroceder o irme lejos. Porque todo era mi vida, todo lo era eso, todo lo era nada. Sentir que me quitaban la vida, que se me exaltaba el alma y no hallaba a dónde ir, a dónde poder encontrarle sin ninguna herida, sin ningún rencor.

A través de los años incité mi poca imaginación al arte debido de encontrarme, situé los pocos lazos que forjé conmigo misma para hacerle ver más fuerte, no conseguí nada. Preferí volar y en ese vuelo inalcanzable me despedí de usted, me despedí de todos, me encontré por fin y no volví para quedarme, volví para entender.

Entre los millones de caminos y en los centenares de porqué; la de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

Dos.

En busca de tu ausencia
me encontré con tus lunares negros
el derretimiento de tus polos
la sangre sucia del abismo
partía en busca de tu ausencia
otra vez.

En los rincones más olvidados
olvidé tu ausencia
me sentí inerte en los capítulos
de nuestra vida
y revertí, casi por milagro
la expropiación de nuestros males.

Extraviar el karma parecía insensato
luego, a través de los años
comprendimos que en un bosque lleno de flores
no nos sentíamos nosotros mismos,
te busqué, te busqué... Busqué tu ausencia.

Dispersé, maltraté, agudicé tu falta de hambre
tu ausencia sin consecuencia, tu dolor infame
casi todo lo que traías contigo
me lo llevé... conmigo.

Te olvidaste.
Me olvidé.
Olvidé tu ausencia.

Me senté en el jardín de flores
en el cuento que inventamos solo para los dos
me senté en el frío Abril del olvido
en la laguna mental que nos invade
en todos nuestros recuerdos
que viven separados
que viven distantes
que sufren de ausencia
que me recuerdan
que te recuerdan
que nos olvidan.

Busqué tu ausencia
caí de rodillas.
Busqué tu ausencia
predestiné el camino.
Busqué tu ausencia
no hay reparo.
Busqué tu ausencia
me olvidé de ti.

3788.
Contémplame. Convérsame. Descíframe.

555.

La pendiente extravagante
el lujo perjudicial de no tenerle.

Matar el alma
producir la estadía.

Ignorar el pensamiento
sufrir cada día.

Mierda.

Me extravié.


martes, 27 de septiembre de 2011

Encontrar la solución en el problema.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cicatrices.

El misterio encajaba de a poco con su incrédula necesidad, partían los años a través de los kilómetros para entender la historia. Maltratada, la nostalgia huyó de su lugar para enfrentarse a las emociones básicas, no perduró mucho el enfrentamiento, el tiempo necesitaba tiempo y calló todo para verse reír a sí mismo.

Se le perdió el lugar de encuentro y prefirió arrancar a esos lugares que lo tranquilizaban, la verdad es que no entendía nada y la verdad ya no fluía como entidad. Se paró un tiempo a pensar las cosas, a debatirse entre qué hacer y qué sentir, se olvidó que entre un ayer y el otro no había historia qué contar. Ahí le dolió su imaginario corazón.

Era un invento, lo tenía claro.

El misterio ya no sabía quién era. Cuando hubo algo que creer, hubo nada para hacer. Ahí se estancó y quiso correr, correr lejos, huir a distancias intrépidas, desapareció por unos cuantos instantes y no volvió a correr, nunca más.

Destruyó su idea de manifestarse, de controlar las mentes divergentes de la sociedad, pero pensó que había un punto que unía todas las ideologías, que había un punto en el cual podías destruir a todas. Ese punto debía encontrar, pero de ese punto justamente se olvidó.

Todo era muy fácil de olvidar, el misterio no tiene memoria. Tenía otra clase de existencia, otra clase de recuerdos, otro baúl.

Las leyes de la física no ayudaron en nada, todo lo que se construía la gravedad lo bajaba. Tenía unas cuantas razones para no creer y esas mismas desmoronaron las razones básicas de seguir, todo el mundo era demasiado exacto para entenderlo, el mundo era demasiado frágil para quebrarlo.

El flujo de la emoción, la maldita ignorancia, el rencor acumulado, las ganas de llorar, el resentimiento de las pérdidas, la agonía incalculable, el recuerdo desganado, perdió el sentido. La emoción dejó de lado las ganas de verse al espejo, construir un mundo no era difícil, recrearlo por completo, en cambio, era un problema sin resolver... Aún.

Le atravesó el hígado una bala, se culpó a sí mismo de no entenderse. Corrió un poco para sentir el aire otra vez. La bala le recordó que ya había muerto.

Sintió la nada recorrerle cada uno de los cinco sentidos, se apagó la llama de su prendido corazón y no volvió a palpitar. Había olvidado su propia muerte. Se había olvidado por completo.
Juego de palabras.

Ironías no logradas.

Despreciarte es virtud.

El otro día pasé por el parque
dediqué mi mirada a los árboles
a esos viejos árboles
que entre un ayer y otro aún
no olvidan el pasar del tiempo.
El otro día fui a pasear
no diré dónde
grandes bellezas no encontré allí
no ha de importar el lugar
repito, no hay nada bello allí.
El otro día fui a olvidarte
me encontré con unos perros
similares a ti
y no pude olvidar
obviamente, te recordaba
todo el tiempo, al instante.
El otro día fui a mi casa
(no pregunte porque fui)
te vi acurrucado en mi cama
te eché de una sola patada
y ahí, pude olvidarte.

4210.

2565.

Se me acabaron las ideas
se apagó el pensamiento.

Repórtate maldita desilusión
¡Oh! El tiempo no ha corrido.

Se me olvidó extrañarlo.
¡Mierda!

Aguántame un poco más
la nada misma.

No.
No.
No.
No.
No.

Hiciste de todo, menos eso.

Silencio interrumpido.

Carcomer la felicidad con atribuciones
descansa la vida y se me apaga el corazón.
El tiempo que no puedo ver
las aguas sucias que puedo tocar
se derrota el pensamiento.

Olvidaré el juego
sentirse en casa
volver.

Amanece temprano
distante el sol alumbra
distante las nubes me alcanzan
vuelvo a volar
en la ida del adiós
en el refugio intenso del perdón.

Agotamos la nostalgia
no, la melancolía.
Sufre la distancia un traspié
se perdona a sí misma
se desenvuelve entre yo
y unos cuantos soles
se propaga la distancia
nos sentimos cerca.

Nunca lo suficiente
siempre lo necesario.

Partir la vida en dos
vivir una y sobrevivir con la otra
se acabó el tiempo del tiempo
y en una caída de segundo
ocultos, prófugos, indecisos
seguimos siendo los mismo.

5221.

Palabras son solo palabras.

- ¿Lo viste?
- ¿De qué me hablas?
- ¿Cuál es tu afán de responderme con preguntas?
- ¿Cuál es la gracia de seguirme el juego?

Sí, era más fácil esperarte. Quererte recreaba una revolución interna, necesitaba más ánimos que desencantos, esperarte facilitaba la emoción. Sí, ya no me emocionas.

Sí, era más sencillo cuando todo no tenía sentido, cuando nadie seguía el juego de nadie... Eramos felices así, se suponía. ¿Lo eras? No importa. Estuvimos todo el tiempo debatiéndonos entre aquello que se toca y aquello que se siente. Yo preferí sentirte, disculpa por si te molestó.

No, no hay tiempo. Las oportunidades pasan y aunque vuelan, tú no eres una oportunidad para mí; siempre fuiste más que eso.

- Ahí está el problema.
- ¿De qué hablas?
- De aquello que siempre respondes y nunca contestas.
- Quizás no haya nada que decir, pero mucho por saber.

¿Entonces, cuál era el problema? Los dos. Ni con más ni menos culpas, atravesamos un sin fin de emociones para sentirnos vivos en un mundo ileso, nos reconstruimos con un centenar de problemas para poder sentir todo y se nos olvidó por un instante querernos, realmente...

- Yo creía quererte.
- ¿De qué sigues hablando?
- ¡No te entiendo!
- Lo sé, pero eso es porque no me quieres.
- ¿Ah no? ¿Acaso tú sí a mí?
- No tengo para que responderlo.
- ¡Sí, tienes que responderlo!
- No, llevo mucho tiempo soportándote. ¿No es suficiente eso?
- No...

Entonces te quiero lo suficiente para entender que no soy lo suficiente.

jueves, 22 de septiembre de 2011

4633.

Me pasé el camino por encima
deambulé casi escondida por la magia
aprendí, entre comillas, a permanecer.

Me caí.

Acostumbrada a las piezas de piedra
a enderezarme con una pinza
platicar horas con la almohada.
Acostumbrada a la simpleza.

Me caí.

Recé un tanto por mí, un demasiado por los demás
y no, no recé.
Antes de convertirnos en la pieza musical
éramos un centímetro de humanidad.

Traté de comprender
y me caí.

Mi alma toca la gracia estelar
el pasado continuo de seguir viviendo
en aquellas imágenes, en aquellos recuerdos
en aquellos adioses.

Me di la vuelta y me fui.

Acostumbrada a reír por la simpleza de las voces
al desierto de la soledad
no pude, no quise, no vi.

Una vuelta atrás
un camino sin fin.

martes, 20 de septiembre de 2011

Partirme la cabeza soñándote.

¡Maldito recuerdo!

...

maldita ausencia.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Animales.

Catástrofe del destino, control innecesario. Volvemos a encontrarnos en la misma atmósfera, bajo los mismo elementos y cuando nos situamos a entendernos, no hay similitud en las palabras ni consecuencia en nuestros actos. Somos la misma figura inhumana, el mismo descontrol. Sabemos todo lo que somos y aún no nos encontramos. ¿Qué coincidencia hay en todo esto? La coincidencia de vivir a expensas del otro y no encontrar sentido en la cabeza de los demás. Seguimos siendo el mismo tumulto de emociones.

El amor dura un segundo.

Besarte la vida para pasar desapercibida
lamer la espalda de tu agonía
preferirte, ante todas las cosas,
preferirte.

Entre tus defectos y la palabra indecisa de tu boca
nos topamos con la inseguridad de no vernos
casi nunca, en tiempos borrosos.

Ser simple y principal
llenarme de constelaciones en la noche
y revolvernos en la situación de tenernos
por única vez.

Enlace de quedar despiertos
de tocarnos suavemente
de palpitarnos casi por metáfora
y situarnos en la misma espera
de no vernos, de seguir esperándonos.

Te espero a la misma cantidad que tú me esperas
volteamos las rosas para convertirlas en claveles
y no pensamos nada, lo sentimos todo.

Olvidarse de tu corazón un segundo
seguirte descalza casi por impulso.
Desde que entendí que el tiempo era ciego
profundicé la palabra para sentirnos.

Te escapas por un segundo
me pierdo por un segundo.

El sabor de seguir el camino de tus labios
y enderezarme con la nostalgia de tus ojos
ya no hay camino recorrido, ni razón coherente
si quedamos los dos, entonces hay nada,
entonces hay todo.

1333.
Estar en el juego constante
no aburrirse jamás.

¡Ups!

639.

Acabar la paciencia con un golpe de testarudez
pensar otra vez en las mismas cosas
consumirme, toda la vida.

Pensar demasiado, querernos nada
pensar todo el tiempo
construir la misma historia
pensar que la vida pasa lejos
mantenernos pegados al piso
pensar dejando las cosas de lado
querernos de la misma manera en que nos detestamos.

Florece de a poco el sonido del sol
y nos quedamos expectantes a tientas
de volver, de frustrar nuestro pensar
volver a pensar y forjar el límite
inconsciente de nuestra verdad
correr para sentirme libre
envolverme en la serenidad.

Escapar a velocidad luz
precipitar la vida.

Se apagó el incendio del pensamiento
contribuimos al acontecimiento indeciso
caminamos espaldas al río
se agotó la paciencia de vernos involucrados
de seguir esperando.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Querida Vida:

Siempre traté de saber qué significaba el amor para mí. Sí, es primera vez que hablaré de él, por esencia y nombrándolo.

Por filosofía de vida entiendo al amor como sentimiento y no como producción, con el tiempo y viendo a la gente de hoy en día discrepo bastante con respecto a su posición. ¡Já! Demasiado textual para mí, es como la vida hoy en día; todo dicho, todo concreto, nada escarbado, todo está ahí y no necesitas más. Yo no, yo necesito mucho más.

El amor es un sentimiento y como tal deberíamos comprenderlo. No esperar que la gente reaccione como lo deseamos sino dejarlos ser lo que son, personas, errores comunes, la perfecta imperfección. Esto me calza como todo lo que he escrito para poder sobrevivir, entender al amor como otro sentimiento y no como la trascendental agota el sufrimiento, agota mis ganas de llorar.

Podemos decir que esto consta de millones de años luz, constelaciones, regalos baratos, sonrisas perfectas y uno y que otro buen cuerpo, también el príncipe azul -no deberíamos olvidarlo- pero cabe destacar que dentro de todas estas simplezas de la vida, se nos olvida una más simple... solo amar.

Vivir la vida con libertad y amar con la misma libertad con la que vivimos, no sufrir sin risa y debatirnos en la mentira. ¡A la puta madre con la verdad! Las explicaciones son baratas, producen más dudas que aclaraciones. El amor es igual a libertad y mientras no entendamos eso, no hacemos nada más que superficialidades y seguimos en la misma onda dramática de no entendernos.

¿Qué sentido tiene vivir si todo lo dividimos, todo lo esperamos, si nada inventamos? Amar es lo mismo, creemos en las películas, en las situaciones perfectas, pero olvidamos a las personas.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

jueves, 8 de septiembre de 2011

Comer la distancia por gula.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Imitaciones.

Equivocarse es más razonable que engañarse.

Hay algo extraño aquí.

Pasado mañana es otro día.

Un futuro con olor a cebolla.

La tierra dando vueltas como siempre.

El pasado nos condena.

Perdona, nos crea.

Lamentar el destino.

Figurar la ironía y presentarse a cenar.

Llenar de matices el sonido.

No terminar las cosas.

Producirme para otra obra.

Conocer la mitad de ti.

Darte cuenta que te olvidaste.

3720

miércoles, 31 de agosto de 2011

Uno de esos recuerdos que no se borran
una de esas memorias que no sirve recordar.

Llámese felicidad.

El aire transpiraba paz. El cielo se asomaba sin irse, quedaba un espasmo de interés que surgía a través de las nubes. Sentía la frágil caída del día. Desperté.

Quise imitar el sudor de dudas que traía la vida de por sí y las sensaciones me limitaron, quedé absorta entre el centenar de desilusiones y los millones de encantos que suele traer el camino. Quedé sin aire para respirar, pero inventé un nuevo átomo para disolver los pulmones... No sentir, solo vivir.

Llevar la sonrisa a todas partes y quejarse de lo que no es necesario. La juventud extrae el aprendizaje de por medio y nos deja sentir libres en un mundo maduro, moderno... Para nada infantil. No lo necesito, la felicidad nos convoca como seres únicos, y el crecimiento no interviene en el corazón de la vida, las constelaciones quedan fuera y todas las cursilerías pueden brillar por su ausencia.

Me perdí en el camino para sentirme libre.

1882.

Parecerá extraño
pero no logro quitar el sonido
ni la dulce melodía
ni la magia incesante.
Parecerá extraño
pero no encuentro el sentido de morir
le pertenezco a otra obra de arte
el silencio impregna en el interior de mi cabeza
volamos alrededor de una constelación imaginario.
Parecerá extraño
pero todo es imaginario.
Me calza el sonido y el improperio
pero no la creencia del bien.
Parecerá extraño
pero el camino elegido no está hecho para dos
y la tierra da vueltas para encontrarse conmigo
sin necesitarme, me lo ha dicho.
Parecerá extraño
oír que la vida es un tormento cuando lo queremos
y una necesidad insaciable todo el tiempo
es increíble, inexacta y extraña.
Parecerá extraño
pero el sonido de su voz retumba en mis oídos
y aparece distante de la soledad que me envuelve
desde que dejó de existir, desde que no hay un entonces.
Parecerá extraño
pero terminamos el canto de ilusión
y nos convoca un nuevo canto.
La manera de existir no es la misma
seguimos en la época contemporánea
y el suicidio interno de las emociones
nos evita el dolor palpitante.
Parecerá extraño.
Limitar el pensamiento con el caos.

martes, 30 de agosto de 2011

Simple.

Me enteré y no supe qué decir. La verdad es que todo lo que creamos se formó de la nada y tal y cual cómo llegó, lo esfumaste. Obvio, ¿Por qué iba a querer perderte? En cambio, tú... Necesitabas otra cosa, algo nuevo, algo que te hiciera daño. Yo no estaba para eso. Te cambié, te hice feliz un tiempo, hice que volvieras a sonreír y luego...

Luego me cagaste.
No, no me apetece recordarte.

Para sonreír.

Libertad de morir.
Libertad de vivir.

y cae en la conciencia el dolor que nos espera
la sinfonía exacta de sentirnos despiertos
en el mundo concreto de no vernos.

Paréntesis.

Dormía la paciencia acostada en su hombro
la gloria prefería indagar por cinco metros más allá de distancia
despertaba el interés de encontrar un mundo nuevo
y la vida desesperó.

Caminamos solos, otra vez.

Nace el principio del método
el continuo proceso de informarse
la proximidad de mantenernos lejanos
y no, no hay cuerpo a cuál volver.

Principios aparte.

Hundió la memoria el sutil recuerdo
y se apagó la atmósfera.
Nos recordamos en silencio y abatimos la soledad
de puerto en puerto, de sol a sol.

Me impresiona, no me consta.

El deseo de mirar a través de lentes de sol
de continuar en la misma historia sin artículos
nos despertamos, el mundo sigue igual.

Nos despertamos, no hay.

Desapareció el fugaz reencuentro y la metáfora
nos debate entre la verdad y la mentira
y decimos nada, sentimos todo
el calor humano ya no es propio
creí sentirlo, creí tocarlo
me encontré con su silueta otra vez.

Y el sol despertó acurrucado en la luna.

3774.

Ayer.

Pensar que el día se fue y todo sigue igual. La mañana se vuelve noche, pero la intensidad es la misma, el sol dudó en irse y se quedó iluminando eternamente. La existencia plena me absorbe con un lujo de indiferencia y nos volvemos a encontrar, donde mismo, sin puntos aparte. Se aparta el mundo de mí y yo de él, es como una teoría sin fin, todo lo que presenciamos es parte de lo que no somos y lo que somos no somos capaces de verlos. Inventar una teoría era como aprender a vivir.

Fragilidad es la palabra adecuada, no como título sino como filosofía. Me persigue la conciencia de verme débil todo el tiempo, de sentir acantilados de nostalgia y sonreír, sonreír y seguir sonriendo. Dijeron basta, pero no los seguí. Nunca lo hice y es el momento menos indicado para hacerlo.

Me inventé otra vez y la eternidad me acompañó, me dejó ser, me hizo feliz de una manera irreparable y el tiempo - maldito tiempo - me hizo fuego, me tradujo la melancolía y volví... A reír.

Estoy loca y no me molesta. Estoy loca y por alguna razón, siempre deseé estarlo.