miércoles, 23 de febrero de 2011

2771.

Pasos, caminatas, atardeceres,
gaviotas, agua salada, arena,
bicicletas, quitasoles, helados,
bienvenida soledad.

Acompáñame a recorrer el compás de la música
a mentirle a mi sombra y decirle que contigo
recibo más compañia.
¡Já!

Locuras, miradas, amores,
acorde a la realidad no hay mucho para avanzar
y me estanco en pequeños castillos de arena.

Me parece necesitar tu compañia
y no hay más remedio que tenerte lejos.

Fotografías, recuerdos, sonrisas,
y muchas más mentiras.
Para recordar hace falta un poco de verdad.
Como detesto verte reír.
Como detesto verte sufrir.

No hay nada más aquí.

Anónimo.

Tú me haces sentir en casa.

Años atrás nos precipitamos a entender el cariño, quisimos formar bellas palabras en situaciones que no las necesitaban, pero nosotros estábamos allí; mirándonos. Te recuerdo igual que siempre, tal y cual te conocí hace dieciséis años. Las comparaciones no caben y el silencio se agranda junto a los kilómetros que tengo que aguantar.

Tú me haces sonreír más de lo debido, más de lo normal y consigues hacer hermoso mi mundo sin grandes aciertos. Te he tenido toda la vida y aún así no te toco, te he visto crecer a lo lejos y te he enseñado un poco de vida. Tú haces mi vida más entretenida e interesante y sé que el tiempo no es suficiente, pero el cariño acorta lo que la realidad no puede hacer. Y te quiero, te quiero tanto que extrañarte es cotidiano.

Cuando no encontré hogar tú me hiciste reír, ¿De qué otra manera tuve que comprender? Si existías tú y con eso bastaba, las estrellas fugaces se esfumaban y solo quedábamos los dos para compensar lo que el mundo hacía. Si me siento en casa a tu lado, ¿Por qué estás tan lejos?

Las despedidas se hacen eternas, el dolor no acongoja todo lo que viene después. Tu presencia lo hace todo sin siquiera estar. Venimos desde lejos a solo nombrarnos, a aplicar técnicas de cariño, a detestar el daño continuo, a morir juntos, a vivir unidos.

Te extraño, con eso lo digo todo. Tú haces mi vida un hogar, mi mundo un universo en el cuál vivir. Tu presencia hace mi mente más fuerte. Tú haces que nada necesite explicaciones; los momentos son y no son y la felicidad se hace continua a la monotonía de vivir sin el otro.

P.L

Poema no es poesía.

Lloré por ti.

Dime algo nuevo que pueda repetir,
no más silencios, no más llantos.
¿Cuándo se acaba el show?

Es difícil ver partir todos esos momentos
¿De qué sirve todo?

¿Quién me hará recordarte?
Las explicaciones son obsoletas
y tu recuerdo sigue aquí
tu mirada no logra desvanecerse.

¿Qué conseguiste?

La oportunidad de hacer
sacarme lágrimas demás
hacerme volver y seguir allí.
¿Para qué?

Devuélveme a donde me encontraste
y no me mires más
no sigas malgastando palabras.

Lloré por ti,
el vacío sigue,
tú no estás.

5604.

viernes, 18 de febrero de 2011

Hace días que lo alterno
no naufraga por mi inocencia.

¿De dónde vienes?

domingo, 13 de febrero de 2011

Aprendí que escucharte decir te quiero era agradable; agradable cuando se suponía cierto, cuando todo mi mundo giraba en torno a ti. Yo convertí esos te quiero en sueños, tú en cosas tiradas al azar. La verdad es relativa, tan relativa como amar. Y por alguna razón todo lo que decías, como todo lo que hacías sobró.
Ayer me dormí pensando en ti
y fue igual de desagradable que siempre.

~ Te quiero, ¿Te extraño? A veces.

viernes, 11 de febrero de 2011

Remedio para el control fatal.

Para terminar contando cuentos
para soñar y verme lejos.
No puedo decir que lo siento.

¡Já!

Todo es frágil, casi inválido
tratándose de mi
no hay manías claras
ni aciertos reales
solo cosas que dejar pasar.

¡Cómo duele!

Ya no importa
el dolor a través de los años
es solo felicidad madura.

Maduro era querer
ahora pasemos a la siguiente página.

¿De qué hablamos?

De aquellas cosas perdidas
que sin querer dejé partir
y tú sin más remedio
me dejaste ir.

3601.

martes, 8 de febrero de 2011

Querida Vida:

El tiempo de nuestras vidas acaba en un silencio. Flotamos a través del aire acostumbrándonos al dolor que no se va nunca y a esa sonrisa que tiende a quedarse en aquellos momentos más duros.

Me extralimité al significado de felicidad. Es como, no sé cómo es. Y creo que estaré toda la vida tratando de averiguar el tiempo en que fallé y todas las situaciones que no quise entender por verlo bien.

A veces me contradigo, otras sigo mi mismo paso, pero no logro sentirme conforme con mis decisiones. Es verdad, siempre las cosas van a ser injustas para alguien, pero la justicia debería ser algo claro y no algo por lo que tengamos que pelear a diario. Me sentí bien, luego no entendí nada, para luego no saber qué sentir y terminar enojándome con su figura.

Las mentiras no logran disolverse, la realidad duele cuánto deseamos que duela. Pero nada, absolutamente nada nos revela la verdadera felicidad. Quizás porque no haya una verdadera, incluso, creo que todo el tiempo estamos inventando una.

Querida Vida cuando haya tiempo para darme cuenta que estoy perdiendo el tiempo, lo tomaré, pero ahora se me hace inútil no recordarle con el cariño que aún le tengo. Tú sabes bien que cuando de despedidas hablamos, yo tiendo a quedarme callada y a no ejecutar nunca aquella maniobra. Discúlpame, pero no puedo.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra.
Entre tú y yo. Te prefiero mil veces a ti.

jueves, 3 de febrero de 2011

Perdí el sentido de humanidad.

¡No!

Los demás lo hicieron.

martes, 1 de febrero de 2011

El mundo acabó asustándome.