sábado, 30 de julio de 2011

Llévame.

Hay un retrato colgado en mi pieza, disimula observarme por breves segundos y continua el paso de su desolada vida. Me llega a la memoria su recuerdo, ínfimo no conocerle, casi apagado a través de los años. Hubo un tiempo para todo, no logré alcanzarlo.

Suena el timbre, la puerta se abre con mis manos, con una de ellas más bien. Es necesario señalas que soy zurda, pero no contraria. No hubo nadie al otro lado de la puerta, no había sonrisa observándome. Cerré, más por miedo que por precaución. Me tendí a mirarle otra vez.

Su figura me recordaba tiempos pasado, hay una cierta agonía en sus ojos, parecería que el tiempo no formara sus arrugas y no lo hiciera crecer.

- Es una pintura - Me dije.

Me llevó un tiempo asimilarlo, sentir su figura tocándome de nuevo y no resistir el sueño. Me acompañó por breves minutos, nunca crecimos.

Hoy me estanco sin ti.

Recorrí el recuerdo como los paisajes de mi infancia, te vi enlazado con las mismas emociones que yo, me derretí al escuchar tu voz. No hay mejor acción que recordarte, todo el silencio es capaz de mantenernos unidos bajo la distancia del espacio, del universo.

Me tendí otra vez para mirarte.
*La teoría de no existir me lleva a un síndrome de nostalgia. Aunque hay un punto que no entiendo, si no existo realmente, ¿Puedo sentir nostalgia?

y me dices que no te amo.

Se me cae la mirada. Yo deseaba mirarte. ¡No! Nada tiene que ver con mirar. Me atraganté con una millonada de sonrisas, por ti, obvio, no lo dudes. Yo he de vivir, tú has de vivir. ¿Seguimos en las mismas? Extrañarte me era necesario, no para continuar ¡No, no no no no! no pienses que es por eso, era para sentirte especial (en mi vida)

- Lo eras -

A contratiempos, ¡Pero, lo eras! Y hubo un momento, un preciso momento en que cambiamos las miradas por algunos cuentos de hadas, no me involucré. Lo siento, es que me sentía demasiado madura para seguirte (te seguí igual)

Te abracé aunque me matarás, ¡Lo siento, es verdad! no me mataste, pero me enfriaste. Quedé tan helada a tu lado que el tiempo no supo calentarme, mi cuerpo no se sentía. Mi cuerpo terminó yendo hacia el tuyo.

¡Me mentalicé, lo juro! Pero no había espacio en tu mundo para mí, yo seguía allí... y yo seguía allí, yo seguía allí... Respirando.

4311.

Se me propaga el pensamiento
se me estanca la nostalgia.

Se me caen los segundos
me maltrata el universo, no controlo nada
me absorbo en tus instintos.

Se me infecta la sonrisa
el entorno no me anima
me controla la nostalgia
¡Si! No hay remedio
no hay regreso.

Cae el día.
No te necesito.

Me parte la mirada
se me acorta la vida.

No te encuentro,
¡Bah! No te necesito.

jueves, 28 de julio de 2011

memientomemientomemientomemientes.


que bonita es la vida... ¿No?

lunes, 25 de julio de 2011

Pensar en ti es como atribuirle un nuevo estado de locura a la vida.

Búscame en otra vida.

Se despierta en mí la dulzura de tus labios
el eco inconfundible e imaginario de tu voz
camina descalzos tus pies atolondrados
y la marca de tu débil respiración.

Llega a mí el incendio de tus ojos
la grandeza de tu cabellera
el color miel de tu cabello
el puente disimulado que me lleva tu nariz.

La transparencia de tu locura me enerva
me tiende a un centenar de complicaciones
llego acostumbrada a sentarme en tu hombro
a dejar mi cabeza en tu pecho.

Todas las noches son lo mismo
todas las noches.

Tu precipitada armonía me lleva a conocerte
a querer descifrarte en ese mar de luces
y no está nada, todo llueve a cántaros
y te imagino lejos, tan cerca que te alcanzo.

Me llora tu ausencia
tus pies fríos ya no me tocan
se despierta en mí el deseo de encontrarte
simular haberte tenido una vez más.

Todas las noches son lo mismo
todas las noches.

Amanecí con ganas de mirarte
de entrar a esas lagunas mentales
y sentir de a poco ese calor que conlleva tu locura
esa sensación de vértigo que dejas
ese brote de energía incalculada.

Yo te sentí a través de tu ausencia
y te perdí como una más de tus historias.

1999.
Te creé de la misma manera en que te dibujabas en mi cabeza. ¡No! Eres mucho mejor que eso, mucho más sublime que la imaginación, más real, más tangible.

Lo único que tengo para ofrecer.

Despertar en el infinito
caminar a espaldas de esa persona
sentirla, en otra vida
malgastar el tiempo en porquerías
sentir el aire, sentir la vida
imaginar objetos en las nubes
relajar los músculos en la nieve
imitar a tu madre cuando te reta
ver una buena novela
leer libros por montones
hundirse en el arte
amanecer con una sonrisa
desfilar en el living de tu casa
bailar, bailar, bailar
llorar sin sentir nada
sonreír sintiéndolo todo
no poseer relojes
tener mucho tiempo
tapar el sol con un dedo
seguir tus reglas
ver el vaso medio lleno
iluminarte sin necesidad del sol
anochecer meditando el día
grabarte lo bueno
dejar lo malo para el recuerdo
saltar, saltar, saltar
dejarte llevar
escribir tu día en un diario
(nadie sabe si lo irás a olvidar)
seguir a tu hermano pequeño en sus locuras
no mientas, solo oculta
tres deseos para tu cumpleaños
ninguno cumplido, todos reales
hacer real lo que tienes en mente
mentirle a tu egoísmo
caminar de espaldas
sentirte libre
mirarte, tocarte, sentirte.
¿Un poco de locura?

4837.
¿Qué se supone que viene ahora?, ¿Un pedazo de remordimiento, una locura mal formada? Ya me cansé de esas abstractas desilusiones. Me marchita la nostalgia, se me achica el corazón. ¡Ups! Me quedé sin músculo. Me quedé sin respirar.
Quería desaparecer y me encontré con tu silueta.

domingo, 17 de julio de 2011

Querida Vida:

Se sintió como si me hubiesen arrebatado el alma, como si una parte de mí se hubiese alejado lejos, como si ya no estuviera. No sé dónde estoy.

Ser extraña en un universo infinito y no controlar la desgracia de no tenerme, me fui sin aviso, me fui sin saber con quién, me fui. ¡Qué perdida estaba! Era el vacío de sentir que lo que has construido de la nada le pertenece a alguien más. ¿Dónde estás?

Cambias las cosas, me siento rutinaria, casi incompleta en mi soledad. No hay principios, no hay ética, todo nos conversa como lo mismo, sigo siendo la misma piedra en mi zapato, sigo siendo la misma estela que no quiere brillar. ¿Te necesito? Hace tanto tiempo ya.

El color verde de los árboles me hace extraña, lúgubre, un tanto patética. Entre tanta armonía yo no sé existir. No quepo, no sirvo, no necesito todo esto; necesito una sola cosa y es justo lo que estoy haciendo.

¿Para qué ver tu vida a través de las mentiras, llenarte de trozos de cielo y de millones de estrellas? Si con una basta y sobra, con una podemos ser feliz. ¡Ups! Me adelanté, me caí, terminé.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

martes, 12 de julio de 2011

Me quedé ahí solo para ti.
Me quedé aquí sin ti.

¿No es lo mismo?

viernes, 8 de julio de 2011

Naturaleza divina.

Oí al pájaro hablar con un árbol
sentirse casi unidos por la misma gota de sudor
no era elocuente su plática
(su corazón, en cambio, discernía más que su voz)

Me quedó plasmada su mirada
tenía un tono gris en la pupila
la sentía cálida, a la vez fría
y el desierto de su mirada
me contemplo casi desvalida,
casi insensata.

¿Quién le devuelve el alma?
¿Cuántos seguirán postrados por su mirada?

¿Qué lugar del mundo tengo que ocupar
para sentirme abrigada en el amanecer?

Siguió el mismo camino de siempre
se detuvo en las rocas mojadas por la humedad
y contuvo su soledad, por un minuto,
casi eterno.

Quiso respirar, para que oyera su palpitar
y sus pulmones se entumecieron con el frío
ese frío que lo revela y lo colorea más azul.
Sus pulmones se inflaron y se empañó la soledad
esa misma compañera de todos los años.

Cayó el cielo, se opaco más su mirada
no logré verle más.

Perdí el contacto con sus ojos negros
perdí el sentido de su soledad.

2803.