sábado, 31 de marzo de 2012

Rómpeme el corazón.
Mátame de a poco.
Hazme llorar todo lo que quieras.
No me digas palabras bonitas.
Déjame hacer todo a mí.
No me pidas disculpas.
Déjame sufrir.
Hazme sentir idiota.

Termino siendo yo la única
que tiene para dar.

martes, 27 de marzo de 2012

Punto débil, malditas orquídeas. No me siento yo, hay un ser distante disputando por mí. Olvidarme y recordar la sensación de que una vez me tuve, no deseé tenerme y hoy no puedo vivir sin mí.

jueves, 22 de marzo de 2012

Imagen.

Escogí un grado, una intensidad inocua, mal intencionada. 50 razones se apropiaron de mí, entre esas tu nombre flotaba sin necesidad de aire, ni de agua, de etcéteras.

Me entendiste una palabra, pronunciaste un error y me dibujé intensa en tu interior, algo cruda e indecente, poco señorita, así como me conoces. No hubo territorio, ni un poco de sequía y esa inundada mirada que tienes me observaba a los lejos, distante, cerca a mi otro yo.

Fue sólo una ignorancia, un espacio de tiempo perdido. Te busqué en mi imaginación un año, quizá más tiempo. Te busqué indirectamente diciendo tu nombre y no estabas, no sentías, no estabas. Acostumbrada al pesar de tu cuerpo, a la ilusión de tu alma ya no hubo teoría, no hubo desencanto, quedé atochada en tu incesante orgullo. Eran las cuatro de la tarde y no sabía donde vivías.

"Rayaste una sonrisa en mí" Te dije. No recuerdo haber pronunciado más palabras, no recuerdo siquiera haberte visto un día en mi cama. Hay tantos ayer, tantos hoy, no hay mañana. Quizá en ese mundo que construyo a tu lado no exista el espacio-tiempo. Sólo existimos los dos.

miércoles, 14 de marzo de 2012

¿En qué cabeza desabrida cabe el hecho de olvidarte? En mi frenética mente constituyo un par de leyes para borrarte y eliminarte de mi disco duro. Esa alternativa que tú entendías como vivir perdió el punto máximo. Te cambié la palabra, me ordenaste el desorden.

sábado, 3 de marzo de 2012

Cinco estaciones.

Ese afán vulnerable que tengo de pertenencia me enreda en la historia que construimos y preparamos un millón de verbos para utilizar en razón de aciertos, nos desvelamos para pensar y aún así tenernos.

Imaginarte es pasatiempo, una pizca de felicidad que me llena y me hace seguir viviendo en mi locura afortunada de tenerte. Me provocas y no me tocas, todo se devuelve y marcha hacia ese universo que logramos pintar, mientras yo le escribo las instrucciones a nuestro amor, instrucciones que no seguimos porque le encontramos otro significado a la palabra amor.

Ese susurro de emociones y la compañía permanente de tu voz, tu presencia cálida en las noches y aunque no te abrazo, mis brazos siguen en los tuyos.

Se me pasan los días y sigo a tu lado... esperándonos.
- Estaré para ti como tú estarás para mí toda la vida.
- No veo un "toda la vida" en esto.
- Es que aún no acabamos de vivir.