viernes, 29 de junio de 2012

Muérdeme con atención y sin apuro.

Gracias por caer.


Comparte mi soledad y sé el naufrago que no encuentra validez en la distancia. Búscame a medida que me encuentres y destierra el corazón, deshazte de toda mal jugada e invítame a volver a ti. No te indignes, no dispares el misil de orquídeas que creé para matarte,  no empieces por el no, dale cabida al sí que entre los desiertos que dejaste aún hay una brisa que logra congelar la absurda elocuencia de afirmar.

Y ya no soy yo, ya empecé a vivir por otros, a elevar mi cuerpo a los grados adversos y a la inestabilidad de la sociedad, soy de todos y soy todos... Ocupa mi cuerpo para despedirte y suéltame.

Hay días en que no logro quererte, hay etapas que no puedo olvidar. Te quedas ahí mirándome y ofuscando la nitidez de la realidad, y te quedas ahí esperando por mí cuando ya no queda más, cuando acabaste con todo mi ser y te quedaste ahí esperando respuesta de un alma frágil, de un desierto en vida.

- Cree en mí -

Haz lo que nunca fui capaz, invierte los roles, conviérteme en ti y enséñame... Me desespero en tu nula voluntad y no existo por coincidencia y mi nombre ya no me espera. ¿Dónde estás?

...

Acostumbrada a tu cobardía y a tu poca sensibilidad mi inestabilidad llegó al tope. Te pienso y te escondo en la memoria, te toco y te nombro en mis recuerdos, existes mientras te largues.

Existes mientras no estés.
Y en tres idas, moriré como todos los años
y en cuatro idas, reviviré como lo hago desde aquel día.
Si te pierdes en mí buscaré un rincón para tu alojo
cuando encuentres que no soy lo que necesitas
sólo vete, no me mantengas en duda tanto tiempo
no me hagas lo mismo de siempre.

2065.

Fragata de mil colas
soledad enardecida, remordimientos mutuos
exagera, entierra y malgasta
cada una de las palabras
que se convierten en mundo con solo tocarlas.

Párpados sin dolor, camino quebrado
se haya el dolor a pasos de la razón,
es cosa de contribuir, oí decir
y se pegan mis pies a la tierra
no logro volar ni descansar en súbito vuelo
sin querer me quedé aquí esperando,
esperando la bienvenida de lo que no llega
de lo que no piensa venir.

Digo que sí y se me acaba la duda
digo que no y empiezo a razonar
quedar en la estadía mutua del abandono
dudar se hace imprescindible
dudar es la sabia manera de atreverme a caer,
a caer en el fuego desgarrador
en la aurora básica de no ver
y se escapa la vida, se escapa mi vida
se me vuelan los ojos
no necesito ver.

¿Si miro hacia mi interior y no me toco?
¿Si quiebro el vidrio de mi alma y no muero?
El ayer no es parte de hoy
y no quiero, no necesito, no imagino
mañana.

lunes, 25 de junio de 2012

¡De qué forma vamos intercambiando lazos y volvemos a encontrarnos con la misma historia!, ¡De qué manera vuelvo a mirarte, a sentir tu cuerpo y sentirme innecesaria otra vez, como siempre!, ¡De qué forma logras mirarme a los ojos y hacerme sentir múltiple por un segundo!

De que manera puedo ser feliz teniéndote tan lejos en mi cabeza, y estando yo tan cerca en la tuya.

Querida Vida:


"Si me dices tiempo, hay una frágil distancia entre el significado correcto y la mención que haces. ¡Detente!"

Debo admitirlo, me sentí culpable. Prefiero que deje eso como razón antes de explicaciones baratas y vulgares. No obstante, de igual medida, le recordé como cada día, de una pieza mirándome. No sé que camino debemos tomar, si vives por mí, si eres la vida completa, dime ¿Por qué no estás aquí?

Sabe amarga la situación, esa despedida inconclusa, el dolor de no querer recordar, pero vivir a diario mirándote al espejo y viendo, observando que nada ha cambiado desde aquel momento. Y estoy a días... estamos a días, y no sé si quiero encontrar de nuevo el recuerdo justo de perder todo. Llámame frágil, llámame estúpida, pero no es tan simple como lo decía, no es tan lógico como lo mencionan. Si decidí vivir así, pues bienvenida seas querido número dos.

¿Qué sucede si ya no quiero mencionarlo, si prefiero estar sola a medida que las horas pasan y el tiempo no logra retrocedernos al momento debido? Teorías las hay, pero no las quiero necesitar. Era todo, y eso puedo jurarlo, lo más necesario, lo único importante y, ¿Dónde está?

- ¿Por qué decidió no esperar?

Sí, estoy enojada, intranquila. Así no eran las cosas, el sufrimiento era distinto. Quemé un poco de recuerdos y me quedé, a duras penas, con lo que tengo.

- Ya no sé si recordarle es lo que necesito.

Cuentan las malas lenguas que entre el ayer y el hoy existe sólo una distancia ínfima, yo en cambio, creo fervientemente que la distancia se agranda a medida que recordamos, a medida que solemos vivir todo de nuevo. La distancia se alarga entre el hoy real y el irreal.

Discúlpeme por ser irreal.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

3488.

Es más fácil distraer la mirada
por encargo suelo mantener atada la ilusión
el recorrido, en cambio, procede a olvidarme
sonreír, sonreír...
no hay necesidad fugaz.
Lamento contraer, lamento volver a fallarte
y es que no necesito un tiempo
necesito emoción, un poco de esto,
un poco de aquello, un poco de lo que entregas,
un poco de lo que me dejas
y no cierres el momento, no cierres mi corazón
despiértame.
¡En qué medida sueles divulgarte!
no estoy pisando tierra
ni una migaja de destino,
lamento contraer, lamento despedir.
Suelo ser viento y no puedo serlo
suelo ser aire y no puedo serlo
suelo ser tú, a diestra y siniestra
y quedo inmersa en tu soledad,
soledad de distancia y maldita congruencia
tú estás allá mirándome a lo lejos y yo estoy acá
observando tus pies descalzos
observándote caer.
Sufro. Sufro...
lamento contraer el peso de los dos
lamento contraer el kilómetro perdido
si difiero en libertad se acaba la teoría
y tú no has de existir sin ella,
si vivo por los dos, sembraré el sendero de tierra
te mencionaré tres veces y tú,
tú volverás a mí.

jueves, 21 de junio de 2012

Tú explicas mejor que yo el sentido de querernos tanto.

miércoles, 20 de junio de 2012

Vibración.

Murmuré. Pensé. Sentí. Sí, te sentí abotonando un poco mi conciencia, indagando entre la pérdida de mi interior y el holocausto. Te causé un par de heridas, no lo niego, pero te atraviesas en mí, pides resguardo y no hallo sonrisa, no hallo dónde aferrarme. Estás a mi lado, distante casi distraído y no puedo, y no puedo, y no puedo volver a ser.

Trágame y sulfura la distancia, quémame a ropa viva y no te pierdas la emoción, debes sentir como ardo, como se convierte mi corazón en humo, en una gigantesca masa de gas. Cúbreme hasta la parte más mínima de mi cuerpo, vierte el polvo en la sonrisa y si quieres volver, y si quieres volver, no es necesaria mi presencia.

¡De qué manera te pierdo!, ¡De qué manera nos perdemos!

Escúchame latir, escúchame perder. Date la vuelta y arroja el recuerdo lejos, mantén distante tu mirada, no me mires, no me toques, no me tientes de nuevo. Soy débil para ti, soy débil en cantidad. Y no me toques por casualidad, huye, escapa de mí. Quédate en el límite de mi corazón.

No me pidas perdón.

viernes, 15 de junio de 2012

El día que te escribí.

Me dijeron que para ser artista era mejor estar solo, y yo soy artista para mis cosas y a la vez estoy con alguien. Me dijeron que no daban libertad, y ahí me lancé con un pensamiento que tengo desde hace tanto tiempo, incluso antes de empezar contigo, pero tú sólo hiciste que lo confirmara. Me gusta tenerte como un amigo, molestar contigo y poder decirte que no eres perfecto, que me molesten cosas tuyas y tú no quieras cambiar por mi culpa ni yo por la tuya, que sigamos siendo los mismos que quieren y aman al otro con todos sus locos defectos, ¿Qué sentido tendría si no nos dijésemos lo que nos molesta o creyéramos que el otro es perfecto? Me gusta vivir esta loca aventura, eso de tener caminos separados que logran unirse independiente lo distintos que sean, que puedas ver de mí cosas que no ve el resto y yo viceversa de ti. Porque siempre me dije que el amor va más allá de las cursilerías y esa obsesión del mundo de saberlo todo. Yo no quiero saber todo de ti, si lo supiera no tendría a quien seguir conociendo, gracias por ser un camino entero para recorrer, por ser impredecible y aceptarme las ridiculeces que tengo. Me dijeron que te quitan tiempo, que uno tiene que esforzarse para hacer feliz al otro, pero así es como la gente divide las cosas, yo no me esfuerzo para hacerte feliz, a mí me nace hacerte feliz, si las cosas fuesen tan organizadas y concretas no tendrían sentido y ahí caeríamos a una rutina tonta y desesperada. Porque yo no planeo todos los días como quererte, qué decirte para que me digas que amas, me alegra que todo nos nazca... que sepamos vivir en conjunto sin dejar que el otro deje de ser el otro. Creo que la gente llena de teorías las cosas y las cosas son más simples, sentir no tiene que ver con responsabilidad y menos con tratar por medios imposibles cosas. Si te hago feliz es por lo que soy, como tú me haces feliz por quien eres, lo que hacemos es un complemento... Yo no te amo por tus acciones hacia mí, te amo porque como persona tienes el complemente de virtudes y defectos que me encantan, porque tienes algo que no he encontrado en alguien más.

jueves, 14 de junio de 2012

Las personas que dicen ser felices suelen tenerle miedo al sufrimiento. Ahí está la diferencia, a mí no me molesta sufrir y puedo decir, gracias a esto... Sí, soy feliz.

domingo, 10 de junio de 2012

Todos serán grandes menos yo.
Todos tienes mejores intereses a los míos.
Todos tienen más dedicación que yo.
Todos sirven menos yo.
Todos tienen talento y yo aún no conozco uno mío.
Todos hablan menos yo.
Todos son más.
El ser humano debería ser una mezcla de conformismo e inconformismo. 

viernes, 8 de junio de 2012

Tú que siempre fuiste la razón suficiente.

Siempre pasó que estabas ahí sentado esperando por mí. El día que llegué no nos saludamos, creamos otro aura aunque no recuerdo por qué. Me senté a tu lado para respirar tu presencia, encendiste el televisor y apagaste mi vista.

Siempre pasó que estábamos ahí esperando por el otro. Cuando llegamos se acabó el tiempo, ya no éramos los mismos y el cariño comió la distancia, mas nuestros corazones seguían distantes. Era la costumbre, era la vida, era todo, aunque siendo sincera me costó un par de días darme cuenta.

Siempre pasó que estaba ahí esperando por ti. Llegaste a saludarme con tu risueña sonrisa, me hablaste tres segundos de ti para preguntarme por mí y no supe que decirte, lo sabías todo ya de mí como para seguir hablando, no teníamos qué decir. Al fin y al cabo sabíamos todo sin siquiera vernos, podría leerte y saber exactamente qué estás pensando, aunque debo admitir que ahora eso se tornó un poco complicado.

Siempre pasó que la vida estuvo esperando por nosotros. Cuando llegamos a vivirla nos olvidamos que siempre nos gustó llevar la contraria y ella no podía ser excepción. Existíamos gracias a la nada, a nosotros mismos y no pude olvidar, no pude recordarte que te necesitaba a tal punto que debía tenerte lejos para ser los mismos, para no olvidarnos, para querernos.

Un poco de mí.



No creo en la perfección, ni en las grandes virtudes. Creo en mis defectos, en el error, en lo que podemos cambiar. La vida es entretenida cuando nos hace gozar de un sinfín de emociones.

Sí, me gusta sentir de todo, vivir a concho hasta el dolor. Me gusta no salir bien en las fotos, ser espontánea hasta en mi rutina, disfrutar aquellas cosas perdidas, recordar lo que me hace daño y volver a reír.

Detesto la monotonía, el aburrimiento, las cursilerías. Detesto la negatividad y el consumismo.

Amo la vida hermosa y entretenida, la que podemos cambiar, aquella que no es estática. Amo ese mundo que es un hermoso conjunto de errores.

martes, 5 de junio de 2012

Miénteme cuando haya silencio. Miénteme cuando no quede qué decir. Miénteme cuando deje de ser y por sobre todo, miénteme cuando te encuentres.