martes, 31 de julio de 2012

Querida Vida:


La juventud pone un brazo en nuestra espalda, nos suaviza con esperanzas imposibles, sueños que están ubicados en la parte más lejana de nuestro corazón. La juventud posee la más vil e inocente parte de nosotros mismos, ser joven es la razón de la existencia, de la equivocación misma.

Las palabras son fugaces, con interpretaciones múltiples, y no sé si estoy decidida a entenderlas. Es un juego entretenido, es verdad, pero es demasiado verídico, suficientes razones, no sé si puedo vivir de ellas. Y ahí es cuando vuelvo a pensar en usted, en las razones que nos llevaron a esto, y la verdad es que suele ser un poco doloroso porque no importa el tiempo, su presencia es volátil y yo no puedo dibujarla.

Se cansan mis ganas y creo otras diferentes, todos teníamos claro que Julio congelaba de la misma manera que hace años. Julio te despido, sabiendo que volveremos a encontrarnos.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

2073.

Si inserto el dolor dejo de sufrir
si dejo de sufrir no vivo más
y no puedo compensar las lágrimas con un adiós
no puedo observar y dar cuenta que todo es igual
hay una fracción de tiempo
hay una distancia inocua.

Espero, espero
podría esperar la vida completa
y no sentirme suicida en ningún sentido
podría mirarle los ojos a la muerte
y declarar mi nacimiento al instante.

Aún cuando el día no nace
y nacen las horas, el tiempo y el silencio
invito a la nostalgia a pasar una sonrisa junto a mí
me despedí de ella sin resentimientos
sin nada que agregar.

¿Dónde estás?

lunes, 30 de julio de 2012

Puede que pase la vida y no estemos en ella. Puede que pase el amor y dejemos de amar. Puede que la distancia nos separe más. Puede que llegue la muerte y decida llevarnos a la vida. Puede que empieces a ser tú y dejemos de hablar tanta huebada.
¿Y si no quiero ser el universo. ni las estrellas ni las constelaciones? 

¿Y si quiero ser tu vida?

Pasos impares.

Recuperar mis brazos y sentirme grande en esta sociedad. La verdad es que pocas veces entendí las cosas, la mayor parte del tiempo preferí rebuscar mi sentir para no pensar, y sentí en totalidad las casualidades, los asuntos, los desgastes, pero no estuve ahí. Dejé volar mi pensamiento para no verme inmersa en él, preferí contraer un par de enfermedades y sentir el dolor hasta en la cavidad más profunda de mis huesos, no hubo suficiente dolor para matarme. Debo ser sincera, fue más fácil existir por mi cuenta, vivir por los demás significa responder y no soy muy buena respondiendo, la verdad es que en asuntos de respuestas soy el peor de los defectos. Y si me pides que cambie, no puedo hacer de nuevo aquella maniobra que se convirtió en adicción, no puedo estar toda la vida buscándome mientras me tengo a la vista, es mejor decir basta cuando la vida ya no te necesita, cuando empiezas a necesitarte y no hay nadie... Nadie que te levante.

1802.

Cae en mí el delirio de aguantarte
de escuchar súplicas y no suplicarte
despierto y en el abismo te paras
y disimulas una mirada absurda, inocente
y yo que te conozco tanto no puedo huir
te veo y me tiento
te veo y no despierto
y sigue siendo igual
tú estás ahí mirándome caer.

Hundo mis manos en el calor de tus hombros
se abren mis ojos, se expanden mis pupilas
y en la luz que rebosa tu sonrisa
se caen mis ojos, se caen mis párpados
mi pelo te amarra y tú me golpeas
desatas en mí el sentimiento de furia
y no logro amarrarte, no logro tenerte
si yo lo era todo
nos fugamos para siempre.

Huelo a ti, a tu perfume de dolor
a las horas que me quitaste
al desgaste, al agujero que creaste
y no puedo ir, no puedo salir
me tienes aquí suplicando por ti
mientras tú te quedas sin mí.
Salta. Puedo esperar toda la vida por ti y no aburrirme de tus pies descalzos, de tu amargura y el desencanto que creas al no querer saltar, por mí. Si te empujo no calzo, esperar tiene sus consecuencias y no sé con exactitud hasta que punto me quieres y necesitas. No esperes seguridad, que suele llegar cuando menos la necesitas, no esperes nada de ti, no esperes nada de mí. Ven, salta conmigo, yo te cuido.

504.

Suspira mi nombre
baja la cabeza
no dejes que te observe
no dejes que te absorba.
Junta tus labios
di mi nombre
y no me esperes.

No me esperes.
Dame un abrazo, pierde el contacto, abrázame a otra vez.

domingo, 29 de julio de 2012

Día.


Te esfumas, te encuentro, me largo. Estuvimos un tiempo buscándonos, fijando la mirada en las luces que alumbraban nuestros rostros, nos detuvimos en la carismática figura de tu madre, pero no pudimos llevarle el paso, querernos a los dos era suficiente. En la búsqueda encontramos un par de zapatos rotos, lágrimas quebradas por aquellas cosas perdidas y entre las sortijas y los malos entendidos, tocamos una pieza de piano y luego, luego dejamos las cosas como estaban: cambiar no era parte de nuestro objetivo.

El día estaba de nuestro lado, y el pasar del tiempo solía ser de todos. Amaneció, sin contrastes subimos al espectáculo y en un adiós fortuito logramos olvidar la sensación de no tener que vernos nunca más. 

Nos esfumamos, y al final del recorrido te imaginé en mis sábanas, otra vez.

sábado, 28 de julio de 2012

Aunque parezca un poco tarde para amanecer la huella es parte de nuestro camino y no quiero perder, no hoy. Sucede que el tiempo es eterno, nosotros mortales y no hay escalas, no hay regreso. No puedo mantenerte aquí mientras tú mueres en el otro lado de tu vida, no puedo mantener tu espacio vivo, no cuando deseas irte. Piérdeme en tu propiedad, yo me hago cargo de la mía. Vuelve, vuelve cuando yo no esté.

761.

Tengo tanto que decir y aún así derrito cada una de mis palabras
debo inventar una manera de hablarte
de poder sentir aquello que tú sientes
aquello que te doy
y no puedo en esta ánfora de sueños,
en la utopía que conservamos para ser irreales,
me pierdo en todo lo que no me das
y en todo lo que soy capaz de darte.
Tengo tanto que decir y soy incapaz de nombrarte
me das aquello que no obtengo, y me tienes allí
esperando cada uno de tus pasos
mientras no caminas, mientras no caminas hacia mí
y no haces el intento de hacer algo por mí
de mantenerme firme y segura a tu lado
te quedas allí mirando como lo doy todo
como me pierdo en todas las inseguridades,
me ves llorar y salir de mis cabales
agregar mi locura a todos mis desórdenes
y aún así, tu actitud es la misma y yo me canso
y me empiezo a cansar sin tener qué alegar,
porque estás allí en mis derrotas, estás allí a distancia
y si no voy, tú no vienes, y si tú vienes, no estás.
No hay que olvidarse del baile, pueden pasar años, pero no debemos olvidar el baile. Aquel momento en que tomarnos de la mano es más sincero que nuestro cariño.

4086.


Estaré donde no alcance el más allá
donde las rocas no alcancen a dañarme
el temor cansado de buscarme impide que lo encuentre
abrigar mi cuerpo en sus crudas manos es dejarme morir
una vez más, sin rencor.

Escalo la sonrisa a paso lento
con sinceridad de silencio y desacuerdo de emoción
y me mantengo en el límite de mí misma
sin sonreír ni vivir elevo mi nostalgia
y en desamparo dibujo los centímetros que quedan para ser feliz.

¿En qué inmundicia debo renacer?
Marca el paso de mis días y entre las cuerdas vocales que me quedan
hay un breve minuto de interjección, y no sé descifrar el segundo
no sé escribir la verdad, y cuando me miras así,
cuando me miras así
no sé mentir.

Caen las hojas de abril
pasan las horas en retroceso
el universo se pierde, no gira
inhalo el humo que me das
y sin más, inhalo tu inmortalidad.

jueves, 26 de julio de 2012

Seis.

A veces quisiera pasar la vida entera mirando tus ojos, buscar en silencio la explicación al cariño, y entre comillas no buscarla, vivir atada a ella sin saber de su existencia. A veces quisiera sentir el calor de tu cuerpo  en todas las armonías posibles, pero no puedo sentirlo todo porque no quedaría para después, y el después es importante sólo porque es el futuro presente. Incluso las peleas contigo son importantes. 

Aún recuerdo el día que me despedí de ti, el día en que sorteé nuestro destino a causa del mío, y no quería separar mi cuerpo de ti, no quería encontrar otro cuerpo, quería estar a tu lado todo el tiempo, que me hicieras sentir protegida y no tener que pasar por eso. Estuve 18 horas preguntándome qué hice, y aún así partí, llegué y decidí volver.

Tú eres la única persona que sabe mi real razón, y no necesito que la escuche otra, sé que tú entiendes y vives con cada uno de mis defectos, con esos secretos que no quiero contar y esas falencias e inseguridades que suelo traer. Y te quedas allí esperando respuesta de alguien que no sabe responder, pero estás allí buscando por mí, y siento que te debo tanto, no por el cariño sí, sino por ser la única persona que soporta hasta lo que yo no soporto de mí misma. 

Y no sé cuánto significas, no sirvo para medir las cosas, para poner cantidades exactas, sólo sé que hoy son seis y mañana entraremos a las décimas, a esos días que se cuentan uno por uno, pero no por maña, sino porque cada minutos que estás en mí, es un nuevo minuto para sonreír.

Tú, tú significas todo lo que yo no puedo ser, y eres a la vez, un poco de mí. Piérdete en el camino si quieres, avanza todo lo que necesites, pero hazme favor no me dejes caer, no si no es en ti. 

Tú que significas más de lo que creo, pienso y siento... Gracias por llegar, por quedarte y por seguir.

lunes, 23 de julio de 2012

Tú no sabes lo que duele. Tú no quieres saber cuánto me duele. 

Parte de mí.

Y esa espesa corriente de agua salada corre por mi mejilla, me la seco. Por dentro sigo ardiendo y no quiero dejar de hacerlo.

Comiste una de mis grandes heridas, no te das cuenta y yo no puedo decirlo literalmente, me comiste muy a fondo y hoy me duele. Así es como revivo cada una de mis torturas, como voy pasando por los años anteriores y desfigurando mi rostro y mis costumbres. Poder escribirlo todo y no poder decir nada, es mi costumbre favorita, quizá, la más mía.

Tú no tienes la culpa, no la tendrás nunca, eso es algo que deberás entender de mí; que no importa qué suceda o qué pueda pasar para mí la única culpable soy yo, eso no lo puedes cambiar. Aprender a vivir conmigo es aprender a vivir con el cariño que no me tengo, con las palabras que me grito a diario y los golpes que soy incapaz de dar.

Deberás entender que de todas las personas que he sido esta es la más irreal, pero la que más me agrada. Te darás cuenta que no importa lo que me hagas, lo que digas, voy a estar ahí prácticamente toda tu vida, incluso... aquellos días en que no esté en ella, al fin y al cabo una de las pocas cosas que mantengo es que no importa el daño, ni las risas, ni nada, tú siempre tendrás una loca.

- Una bastante tonta -

Y podrás recorrer todo, podrás darte cuenta que la normalidad es más bendita, que la estructura es más deseada y que predecir suele ser reconfortante. Yo no soy nada de eso, estoy llena de mis defectos, defectos que amo y no me preocupan, sólo a veces, cuando te tocan. Porque te habrás dado cuenta que mi filosofía está marcada por los errores, que mi vida está hecha a base de lo que nunca pude ser, pero si experimenté, podrás ver que en todas las lágrimas boto hay una parte de ti que quiere arrancar de mí.

Yo no soy suficiente, ¡No, no intentes decirme que no es así! Porque es exactamente eso, si lo fuese tu presencia sería más recurrente, si lo fuese te instarías a hacer cosas que no has hecho, pero no lo soy y ambos tenemos que aceptarlo.

No importa lo que haga, lo que diga o lo que escriba, nunca seré suficiente... nunca.

miércoles, 18 de julio de 2012

Tú, que difieres de mi filosofía. Tú, que desordenas mi interior. Tú, que me instas a saltar. Tú, que vienes a ocupar una parte de mí que no quiero dar.

Tú.

3027.


Quédate aquí donde terminan mis brazos
espárcete por todo mi cuerpo y no me preguntes
qué es lo que necesito, qué es lo que quiero
quédate a mi lado y después vemos los luego.

Quédate aquí donde nacen mis sombras
olvida el temor a mí misma y repúdiame sin rencor
atardece a mi lado y anochece en mi interior
créame una duda
yo creo un perdón.

Quédate aquí que podemos caer
y no quiero caer por libertad hacia ti
búscame y ata mis manos a tus muñecas
separada de tu cuerpo no es lo que puedo
concentra la caída en mi cintura
cae sin libertad, cae liberado de mí.

Quédate aquí, en ese espacio ínfimo de ternura
en la secuencia de los cariños innombrables
pierde confianza en mí, pierdo confianza en ti
quédate aquí donde ilumina la noche y me pierdo en el día
donde en cada mañana estás tú buscando mi cama
y yo estoy a kilómetros esperándote,
y yo estoy a kilómetros olvidándote.

lunes, 16 de julio de 2012

Tú que eres mi mayor razón, no te vayas... por favor.

jueves, 5 de julio de 2012

Perdí la razón, abracé mis venas y le prendí fuego a la vida. Porque yo no he de necesitar razones, menos realistas. Mi única razón de ser es esta irrealidad hermosa y loca que construí para no verme envuelta en esa nostalgia absurda de vivir lo ocurrido hace días y años atrás.

lunes, 2 de julio de 2012

Siempre es dos de Julio.


Dibujarte ya no es necesario, pedirte perdón tampoco lo es. Apareces todos los días a saludarme, te vas fugazmente y no sé cuando volveré a sentir tu presencia. Sabes mejor que nadie todo el asunto, creo, si es que me has escuchado.

Estás ahí queriendo estar, pero mi mente crea una pared para mantenerte lejos. ¡No! no es porque no te quiera, es porque dueles más, más que hace cuatro años atrás. No sé como devolverme, como sentir lo mejor de ti, pues ni grandes recuerdos tuyos tengo y es ahí, en ese momento, en que pierdo la cordura y no vuelvo a creer en un más allá.

Despierta mi lado un día, deja los kilómetros que nos separan y vuelve a mí. Quiéreme y recuérdamelo siempre, todos los días, como antes... Como antes de Julio.

Tú que reparas entre el desierto llano, entre las dudas infantiles y mis cariños, no me pidas perdón que no es necesario, yo debería olvidar ciertas partes de la historia y tú, tú deberías empezar a volver aunque sea un segundo, aunque sea un minúsculo minuto. Vuelve a mí, que todos te tuvieron y yo siempre estuve desierta de tu presencia.

Hoy es dos y no, no puedo obviarlo.

Y no te imaginas como duele, no sabes con qué intensidad logro contraer mi cuerpo, y esa elasticidad que no saqué de ti me deja tirada y desparramada en la avenida, en el pasillo, en tus rodillas. Miro de frente y no hay qué mirar, si estás tú esperando por mí yo no puedo ir, y no puedo, y no puedo, y no puedo seguir así, porque estás allí donde mis males comen y yo estoy aquí viviendo por mí.

No pude, disculpa, no pude. Me ganó tu presencia, me ganó la distancia. Me desperté sin ti todos los días, era la misma puta sensación, era el mismo dolor, aunque mucho más presente. Era cosa de mirarme, era cosa de que me viesen, era cosa de entrar a la habitación y darme cuenta que tú no estabas ahí esperando por mí.