jueves, 24 de septiembre de 2009

163.-

Sí, el silencio ha comido nuestras almas.
Sí, el abismo crea un paraíso monótono.
Sí, la vida quizás no es lo que creíamos.
Sí, he vuelto, a tu nombre y a tu espera.

Sí, aunque todo parezca ajeno,
aunque la vida nos enseñe de nuevo,
aunque las cosas tengan propietario,
quizás ya no somos lo que fuimos antes.

No, ya no hay palabras para el reencuentro.
No, ya no hay vida después de la vida.
No, ya no hay tiempo para correr detrás de nosotros.
No, ya no hay que pretender lo que jamás fuimos.

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