
Ya no importa el tiempo, ni las horas, ni el camino, nada importa. Todo lo que ves, es lo único que hay y no importa cuánto más te gustaría tener, acepta todo y calla. No puedes hacer más, el más no es existencia, es solo imaginación y de imaginación vivimos.
Por ahí llegamos, al momento perfecto, a la sinfonía que nunca termina, al estilo inaudito y a la dulce melodía que escuchaban todos, que todos querían. Que manera de envenenar la situación y quedarnos frente a frente sin decir nada; el tiempo es sabio mas tú eres nada.
Hallé maneras de huir mas no de vivir y entre un saludo y una despedida no me queda otra que seguir aquí, quizás por ti, quizás por mí... Quizás por ambos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario