domingo, 12 de febrero de 2012

Quiéreme sin aviso ni propiedad.

Al costado de la cama
mirando al oeste, al sol triunfante
empiezo en ti y termino en tu sonrisa
en la fugaz discordia de tus labios
y esa singular patria que conformas
simboliza la región lunar de mis pies
juego con la brisa que creas en el viento
investigo en tu precaria humanidad
me disuelvo y entretengo tu sonrisa
esa línea perfecta
el desorden contenido
tu patria indefinida.

El sutil engaño de tus ojos
al este de mi cuerpo te encuentro desvalido
ignorante en la rutina
y tus ojos me encuentran
se pierden en la intensidad de los míos
las olas que provocan el azul de tu cielo
descolocan mi terreno baldío
me vuelven tuya sin tenerme
me hacen dar saltos a tu propiedad
y no puedo y me distraigo
y te pertenezco.

Camino en la silueta de tu cintura
estremezco mi moralidad sin perderme en ti
caduca el sentimiento uniforme de quererte
pero padezco de la enfermedad de necesitarte
y aún así te quiero
y no me pierdes por completo
sigo siendo tuya
en la humildad frágil de no serlo
y nos perdemos
por delito.

2672.

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