a encadenar mis lágrimas
al famoso por qué
que contigo brilla
conmigo obscurece su cuerpo.
¡Volé!
Hace tiempo ya...
Mis ojos supieron parpadear,
mi vida; amar.
Prometí que aquella palabra
era significado incompleto
para mí y para el todo.
Decidí que entre tanto encanto
no necesitaba más que reír;
Tú, tú me enseñaste a caer...
A caer otra vez, pero, esta vez
no en tus brazos,
ni en la comodidad
de tu amiga fragilidad.
¡No quiero ver aquel rostro,
No, nunca más!
Pero, recuerda;
siempre te amaré.
5471.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario