sábado, 19 de junio de 2010

Cálido abismo.-

Me precipité a volver
a encadenar mis lágrimas
al famoso por qué
que contigo brilla
conmigo obscurece su cuerpo.

¡Volé!
Hace tiempo ya...

Mis ojos supieron parpadear,
mi vida; amar.

Prometí que aquella palabra
era significado incompleto
para mí y para el todo.

Decidí que entre tanto encanto
no necesitaba más que reír;
Tú, tú me enseñaste a caer...

A caer otra vez, pero, esta vez
no en tus brazos,
ni en la comodidad
de tu amiga fragilidad.

¡No quiero ver aquel rostro,
No, nunca más!
Pero, recuerda;
siempre te amaré.

5471.-

No hay comentarios: