viernes, 11 de marzo de 2011

Querida Vida:

Todos gritan. Las nubes se dispersan. El cielo es azul. La mañana es cálida. Todo sigue siendo igual.

Ha sido una semana tranquila, bastante entretenida, llena de diversidad. La gente hace lo suyo; mi mundo más emocionante y la locura sigue siendo parte de lo que lleva mi nombre. Los días pasan y el recuerdo de las cosas pasadas se hace presente aunque quiera verla lejos.

La prensa hace lo suyo, el susto inunda ciertos corazones, pero el mío se mantiene tranquilo. Dicen que se llama fe, pero la fe no se necesita con lo inconcluso, con lo que se cree y no se debe creer. A veces es solo cosa de confianza, la fe es tan grande que no llega a estar en mi método de medición.

Mi mente divaga por aquellas emociones de recuerdo, aquellas conversaciones ínfimas llenas de virtudes, de enseñanzas y pequeños pedazos de paz. Ya no hay por qué sufrir, todo ha cambiado, no lo suficiente. Aunque todo siga igual, sé que hay alguna diferencia.

Lo intento todo para no volver atrás, no mirarte. Sigo manteniendo mi filosofía intacta sin dejar que la toquen. Sigo siendo la misma idiota que no sabe nada, pero entiende todo. Adiós melancolía, un gracias para usted y hasta nunca a su presencia.

La de siempre y para siempre.

LiteraturaNegra.

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