miércoles, 29 de septiembre de 2010

Carrera de efectos.

Hubo un siempre
un hasta luego
un nunca
y la nada seguirá aquí.

Viendo nuestros rostros
asomándose de a poco,
de a poco queriéndonos
en su mundo próximo.

Revelar la verdad
rebelar nuestro interior
y de a poco sentir
de a poco morir.

Aproximándonos a lo mismo
continuando sin por qué
a dónde vayamos
no volveré.

En estados fértiles
inertes y excluidos
me extravié en pura sinceridad
agobiada de tanto callar
sin razones para hablar.

¡Pobre de ti, de mi, de todos!
Lamentamos todo
casi ni sonreímos.
Tú, sonrisa eterna
interna como luz
¿Cuánto debo esperar por ti?

Señora sinceridad
yo no sé vivir por usted.

1930.

No hay comentarios: