miércoles, 15 de septiembre de 2010

Querida Vida:

"No me halles en los lugares más recónditos de la ciudad. Me perdí con los postes luminosos en la noche y llegué a dónde deseaba llegar; a ningún lado"

En silencio me encontré, meditando sobre las nuevas razones que hoy me hacen feliz; enormemente feliz. ¡Es hermoso! Como todo da vueltas en mi cabeza y se siente bien. La locura y su brillante realidad que me entierra a tiempos y otras me hace volar.

¿Qué más puedo decirle? Gracias, pues necesitaba de esto, de esta necesidad que habita muy dentro y me llena de brillantes destellos. Quizás, no sé, hubo un tiempo en que preferí verme mal, pero hoy la sonrisa me gana el instinto y por primera vez en mucho tiempo; soy feliz.

Querida vida disculpe lo poco que le he escrito, los pocos días que me he dedicado a escribirle, pero usted sabe mejor que nadie todo lo que ha ocurrido, todo lo que he hecho y todo lo que he tenido que pasar para llegar esto. Sean como sean las cosas hoy no hay de qué preocuparse.

Creí que la inutilidad era inservible, que el idiota no era parte de este acontecimiento y me equivoqué; todo entra en este lugar. En este hermoso, pacífico y tierno lugar.

Por un nuevo día:

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra.

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