Es la brisa que no le da espacio a tu mirada
ni a la guerra que conforman tus ojos al verme.
Es el paraíso que espanta la armonía cruel del destino
la razón que no pierda manías en tus oídos.
Es el horizonte que cubre con colores cálidos
tu pálido rostro congelado, tu estrés y tu ser.
Es el llanto que empieza a llorar por su cuenta
sin querer que te enteres de la receta.
Es la sonrisa que oculta cada sarcasmo que creas
cada fidelidad que dice ser cierta
cada momento que simplemente no llega.
martes, 21 de julio de 2009
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