domingo, 16 de agosto de 2009

4729.-

Hay una parte de mí que no quiero conocer.

Aún siento cuando tu manos heladas rozaban mi cuerpo
mientras todo el silencio abundaba en los oídos
y emitir un sonido era quebrar la pequeña hermosura
que nos mantenía dormidos.

Hola, ¿Cómo estás?
¿Qué te trae por acá?

Hay momento borroso que aún recuerdo
uno que suplica perdón mientras miro el rencor
y adormezco cada razón que es capaz de palpitar.

¿Dónde me dijiste que estabas?

Primero simbolizo tu respuesta
luego le corto la conciencia y llegamos al mismo punto
donde no hay que perder ganas y no sabemos que ganar.

Es así como la vida empieza a terminar...

Sin encontrar la salida adecuada
ni el presentar de los nuevos sucesos.
Volvemos al principio doloroso de la palabra amar
mientras rebuscamos el sentido que nos llevó a odiar.

No hay comentarios: