Soy feliz sabiendo que sufro, que lloro y río en el momento y aunque mi bipolaridad sigue siendo lo que más resalta de mi personalidad sigue siendo también lo que más amo de mi propio existir.
Cada centímetro que avanzo, cada palpitar que se vuelve felicidad mantiene una estabilidad tan inexacta que es abudante en mi cerebro y algo idiota en mi consciente.
Puedo explicarle cuanto he sufrido y cuanto me he afligido por cosas tan pequeñas como la arena, puedo decirle cuanto he caído últimamente y cuantas son las veces en que me quise sentir como hoy me siento... Y todo bien, por fin, tengo la tranquilidad de que sigo viva y que sobrevivo a cada agonía que crea mi alma.
Querida vida todas las cosas que me has hecho vivir últimamente son solo la prueba de que en realidad puedo ser fuerte, puedo agradecerte todo, pero, sabes que estoy agradecida y decirlo sería repetir las cosas y eso no funciona para ninguna de las dos.
¿Qué más puedo contarte? Si vives día a día conmigo y formas parte de un todo que se conoce como mi nombre.
La de siempre y para siempre...
LiteraturaNegra.-
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