martes, 13 de octubre de 2009

Querida Vida:

Evadir la situación, pensar siquiera que el perdón llegará en algún momento y aunque lo sienta no estaré viva para escucharlo.

¿Hace cuánto que no le escribía? Han pasado tantas cosas, han venido tantos recuerdos a mi, han florecido mil y un sucesos y aún así te puedo decir que todo está bien... o creo que lo está.
Es difícil cuando te enfrentas a tu propia sombra, cuando no puedes evitar que la vida se te caiga encima, que el dolor se acomode contigo en la cama y no te deje respirar, solo para que sientas como se agoniza.
¿Sabe? No puedo pedir más, pues, tengo lo mejor que en un momento pude desear, no puedo seguir alegando, pues, las cosas mejoran cada vez más y no quiero desconformarme con situaciones, quiero existir en mi plenitud y sentir que cada sabor de la tierra es una experiencia nueva.

Y aunque espere que ciertas cosas vuelvan, que recuerdos sean olvidados, que ciertas caras se asomen a mi vida de nuevo solo para saludar... Primera vez que paciencia tengo, primera vez que no me desespero.

Podemos caer, sufrir, llorar, enterrar nuestro débil cuerpo... Pero, eso no significa que realmente estemos muertos y si hay algo que tú me has enseñado más que todo; es que jamás somos parte del suelo sino que del cielo.

Has sido mi refugio, mi entendimiento, mi conciencia y la única paz que he podido encontrar y no importa cuánto te tema de repente, no importa cuántas sean las veces en que deseé fundirte en mi cerebro para no oír más de ti. La solución no está en el recuerdo, está en la experiencia que sin el recuerdo sería vaga, tan vaga que no tendría palabra ni uñas de las cuales se pudiese sujetar al mundo. Sin el recuerdo entraría en desolación y en palpitaciones alternativas que no se encuentran en la memoria ni en el pasado ni en lo que quieras buscar.

Querida vida hay un retorno que siendo luminoso no quiero tomar, hay una vía que me dice que la felicidad es solo sonreír y yo no quiero pertenecer a algo que no creo. Quizás sí, he creado mi propia moral, mi propia ética, mis propios ideales y no importa cuan mal crea el mundo que estoy, yo sé que soy el único ser humano al que puedo seguir... No me sirve ser otra persona si así no puedo vivir. Querida vida hay teorías que dicen que la igualdad es buena, que todos somos iguales, pero, gracias a todo lo que me has enseñado puedo decir que el gran error está en ser iguales.

Porque odiaría no poder escribir otro día...
Adiós Querida Vida.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra.-

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