Abrazo tu alma
y me inundo en tu mirada
en la gracia graciosa de tus ojos
en lo malicioso de tu encanto.
Absorbo tu ferocidad
el hermoso momento de felicidad
la espera común y corriente
tus labios en los míos.
Mis manos tocan tu cuello
luego quizás que.
Mis manos tocan tu dulzura sudada
y tu corazón que sigue siendo solo mío.
domingo, 17 de enero de 2010
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