A veces estoy
y otras recorro mi ausencia
en la ausencia de tu espera.
Entre tanto recuerdo y fantasía
no nos queda más que la inmóvil
ironía que sin cubrir nuestros cuerpos
sugiere un nuevo planteamiento al
desorden equívoco de la situación.
A veces estoy
y otras disimulo no estar
mientras la ausencia se vuelve
más obscura, todos sintonizan el
mismo canal de tu vida...
¡Sí, estoy!
Y a veces no quiero estar
y entre tanto vacío de pensamiento
seguimos uniendo lazos y luchando
contra el perdón que no se pronuncia.
Aquél que nunca se vivió
que se ahogó entre las sábanas del rencor
no está y el estar se sigue intercalando
en la monotonía continúa del sentir incómodo.
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