El tiempo se aburrió de mí, quiso irse una vez más; no lo detuve.
Amanecí otra vez en el mismo paradero buscando piedras preciosas con señales de cristal, con vida eterna. Siempre lo mismo: Jamás pude, no puedo, jamás podré.
Nunca será lo que quieras que sea. Habitamos en un mismo mundo buscando las mismas cosas. Yo no sigo tu camino, tú no sigas el mío.
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