miércoles, 28 de julio de 2010

Querida Vida:

Es extraño como todo da vueltas en mi cabeza, es extraño como puedo estar riendo tanto sabiendo que hay millones de estrellas que no puedo contemplar, que no han querido brillar en mi presencia.

Supuse en algún momento que tenía miedo; la verdad es que me asustaba bastante pensar que iba a llegar a sentir algo tan indiferente a todo lo que represento, todo lo que es parte de mí. Me asusté y salí corriendo como siempre, creo que me acostumbré a ser la miedosa que no supera aquello que no tiene ganas de mirar.

Querida Vida, ¡Qué felicidad más inaudita!, ¡Qué ridícula fantasía! Vivir parada buscando caminos, caminando sola a través de señales que me dejan ciega, que no me dejan ser. Dije adiós y me trastorné con la vida misma, con usted querré decir. Olvidar nunca ha sido perdonar.

Si tuviese un trozo de papel para inundar de nuevo mi calma usted sabe que lo ocuparía, que le encontraría utilidades que la gente común no podría. ¡Es un papel! Pero, a la vez es mi vida. Necesito tanto, quiero tanto, me conformo con tan poco. Usted me enseñó a ser lo que soy. ¡No! Usted me enseñó a ver lo que el resto era para mí.

"Soy la de siempre, jamás he sido distinta. Que duerma intensamente en mi interior no significa que nunca he sido lo que hoy muestro. Tengo miedo pero, ¡Soy feliz!"

Querida Vida, me pregunté a mí misma que sería de mí si mi totalidad se volviera absurda. Usted no me respondió, menos yo. Caí en aquel agujero que enmendaba con alcohol las heridas sutiles, y volví a caer pero, cómodamente en los brazos de alguien. ¿De quién? No lo sé; solo sé que me siento tan protegida como jamás nunca me había sentido.

Usted siempre ha sido mi única respuesta. La vida, es decir, usted: Es lo único que tengo.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra

No hay comentarios: