Ese tiempo memorable, las suaves dudas y el cálido instante de poder fijarte en el mundo interior, un par de veces logré desfigurarme a tal punto de crear una sonrisa con mi cuerpo, unas muecas para el después subversivo y un tanto de lágrimas para el final. Sentir a toda costa el color verde óleo de su paisaje me tentaba a duras penas poder seguir, respiré el viento inquieta y la seca armonía de aquél lugar.
Me perdí porque lo necesitaba, porque quise...
Le devolví la mirada al tiempo, construí unos pasajes para esconder mi sonrisa de nuevo... Volví a la realidad, me perdí por un segundo y sentí que había estado toda una vida escondiéndome en mi misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario