sábado, 14 de enero de 2012

Hielo.

y en ese mundo disperso y paralelo que formé, escondí mi sonrisa, agrandé mis ojos y de a poco en ese mar turquesa junté mis rencores, los perdones olvidados, los malentendidos. Me aseguré de encontrar el momento adecuado para volver a mentirme y enredarme en los árboles imaginarios.

Ese tiempo memorable, las suaves dudas y el cálido instante de poder fijarte en el mundo interior, un par de veces logré desfigurarme a tal punto de crear una sonrisa con mi cuerpo, unas muecas para el después subversivo y un tanto de lágrimas para el final. Sentir a toda costa el color verde óleo de su paisaje me tentaba a duras penas poder seguir, respiré el viento inquieta y la seca armonía de aquél lugar.

Me perdí porque lo necesitaba, porque quise...

Le devolví la mirada al tiempo, construí unos pasajes para esconder mi sonrisa de nuevo... Volví a la realidad, me perdí por un segundo y sentí que había estado toda una vida escondiéndome en mi misma.

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