martes, 15 de mayo de 2012

A medida que nos entendemos.

Te apareces de repente, me finges una sonrisa ovalada y me vuelves a fingir la mirada. La nostalgia te encontró de casualidad, fijó tus ojos en la inmensidad de su nombre y no podemos rebelarnos, no podemos quizá, hacer de cuenta que nada ha pasado. Te pierdes en mis ojos, en el color pardo de mi vista, silencias un poco la mirada para dar cuenta de tu fidelidad, pero ya no hay, ya no se existe y podemos serlo todo, pero a través de la nada juntamos un millón de orquídeas para matarnos otra vez. Te pierdo, constantemente en el sitio de mis sueños y tu universo algo extraño no crece, se mantiene en la fertilidad de mi figura, todo lo que tocas no es oro y yo he de convertirme en plata en tu silencio. Silencio de perderte, silencio de quererte. Mírame partir, mírame volver de nuevo a través del mismo camino y por la misma razón.

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