miércoles, 17 de marzo de 2010

Abundante silencio.-

Extraño caminar
posar mis pies en tu humildad
sentir la brisa que entre dientes
me hace sonreír a la deriva,
a la deriva de mi cuerpo
del sentir lejano...

Si bien es cierto, no sé a dónde ir
pero, el lugar encontrará mi destino
y no tendremos que hablar.

Las conversaciones se vuelven ajetreadas
vacilantes ante la espera de un por qué.
Nunca dije que había que temer
pero, el miedo como sentir
me sabe sonreír.

Extraño la vista
la vista llena de colores
de lugares sombríos.
Situaciones que llegan a ti
y sin querer, no te dejan ir.

Iluminó el vacío
mi recuerdo más débil
la fortaleza se volvió risueña.
Mi cuerpo no está para verme,
para verme alzar las manos
una vez más.

Dije que no había sonrisas
donde la obscuridad reinaba
pero, el pasado se presenta
en el cúmulo de miradas
que sin acuchillar
te comen el alma.

4781.-

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