martes, 9 de marzo de 2010

Como piedra en el corazón.-

No creo haberlo dado todo, solo mi conciencia sabrá cuál es la respuesta... ¿Mientras tanto? No puedo sonreír.

Hubo un tiempo, situaciones que completan mi ignorancia como la fría mirada de quien se entierra en el pasado, en situaciones que vuelan en tus ojos, en el iris incompleto... En lo mío.
Nunca me sentí completa, no sé qué significa completo. Tengo tanto que hacer que a veces no le dejo tiempo a mi ironía, al poder me lleva a aquí, a quien se interpreta como la única persona con la que logro hablar, sin problemas... Sin incomodidad.

Como un ángel puedo tener lo que sea, pelear por nada, intentar vaciar mi alma. No me dejaste tiempo para solicitar ayuda ni para enmendar errores que cuestan más que la vida propia. Necesistaste tanto y no supe darte lo que querías... Cuando todo cayó, no quisiste susurrar; preferiste huir.

Lo sé, es mi culpa. Lo sé, no hubo mucho que decir. El tiempo habló más que cualquier otro personaje en la encrucijada que nos tenía mirándonos a los ojos con amor y odio. Lo sé, hubo un tiempo en que todo lo que pudimos ser se convirtió en polvo y no quisimos revivirlo; por culpa, por pena, por orgullo quizás.

No tengo más respuesta, no más gritos que hablen más que la voz. Dijiste tanto y me dejaste ir en corto plazo. Siempre te tuve, siempre necesité de ti y ahora que no estás ¿Hacia dónde debo ir? Que cada palabra que se mantenía firme a la situación era el pedestal que afirmaba mi cuerpo, sin ti, me quedé allí, cerrada ante los ojos de quien no puedo mirar.

Sí, lo admito: Jamás me sentí conforme, con nadie, con nada ni conmigo.

No hay comentarios: