lunes, 8 de noviembre de 2010

Punto final

Estás sentado a mi lado, imaginariamente. Has de verme con tus ojos caobas y sonreírme cuando la torpeza se apodera de mí. Es difícil decir que te creí todo, porque no es verdad, tampoco mentira. He de verte como siempre, pegado a las noticias deportivas, enojándote por todo, diciéndome a los cuatro vientos que algo te molesta.

(¿Cómo te imagino ahora?)

Cada vez que apareces frente a mí volteamos el rostro para no observar nuestros ojos cafés que nos gustaron un tiempo y luego simplemente dejamos de querer, o nos aburrimos de seguir en la misma historia por tanto tiempo, sin llegar a nada. Te veo marchar.

(Por fin no me hieres)

- ¡Hola! Hace tanto tiempo que no sé de ti.
- Hola. Hace tiempo que no escuchaba tu voz.
- Me tenía aburrido esta situación.
- A mí igual, pero no he de querer volver.
- Yo no necesito continuar.

(A donde sea que vayas... Recuérdame)

.

No hay comentarios: