(¿Cómo te imagino ahora?)
Cada vez que apareces frente a mí volteamos el rostro para no observar nuestros ojos cafés que nos gustaron un tiempo y luego simplemente dejamos de querer, o nos aburrimos de seguir en la misma historia por tanto tiempo, sin llegar a nada. Te veo marchar.
(Por fin no me hieres)
- ¡Hola! Hace tanto tiempo que no sé de ti.
- Hola. Hace tiempo que no escuchaba tu voz.
- Me tenía aburrido esta situación.
- A mí igual, pero no he de querer volver.
- Yo no necesito continuar.
(A donde sea que vayas... Recuérdame)
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario