martes, 31 de mayo de 2011

Camino a casa.

Una ruta al sur,
unas huellas al norte.

Amaneció temprano en la ciudad
partía el tren en la madrugada
no se oían los gallos cantar.

- Se olvidaron de despertar -

Se calló la vida,
se cayó la vida.
La gente se detuvo a observar.

No hubo cabida para la sensación
pues todo era blanco, todo era carbón.
Todo se deshizo.

Llegó las dos de la tarde
y la niebla se apoderó de las bencineras.
Se detuvo un poco el tiempo o más bien
se sintió más lento
mas no había razones para salir a la calle
y transitar un poco en la soledad.

Al atardecer no hubo atardecer
las nubes dejaron todo para ellas
y la noche apareció de la nada
buscando estrellas en las calles.

Mirando a mi alrededor nació la noche
y todos se perdieron entre los preámbulos habitacionales.
El calor recorrió sus ansías
los dejó dormidos de nostalgia.

1663.

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