Cae en mí el delirio de aguantarte
de escuchar súplicas y no suplicarte
despierto y en el abismo te paras
y disimulas una mirada absurda, inocente
y yo que te conozco tanto no puedo huir
te veo y me tiento
te veo y no despierto
y sigue siendo igual
tú estás ahí mirándome caer.
Hundo mis manos en el calor de tus hombros
se abren mis ojos, se expanden mis pupilas
y en la luz que rebosa tu sonrisa
se caen mis ojos, se caen mis párpados
mi pelo te amarra y tú me golpeas
desatas en mí el sentimiento de furia
y no logro amarrarte, no logro tenerte
si yo lo era todo
nos fugamos para siempre.
Huelo a ti, a tu perfume de dolor
a las horas que me quitaste
al desgaste, al agujero que creaste
y no puedo ir, no puedo salir
me tienes aquí suplicando por ti
mientras tú te quedas sin mí.
lunes, 30 de julio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario