lunes, 30 de julio de 2012

Salta. Puedo esperar toda la vida por ti y no aburrirme de tus pies descalzos, de tu amargura y el desencanto que creas al no querer saltar, por mí. Si te empujo no calzo, esperar tiene sus consecuencias y no sé con exactitud hasta que punto me quieres y necesitas. No esperes seguridad, que suele llegar cuando menos la necesitas, no esperes nada de ti, no esperes nada de mí. Ven, salta conmigo, yo te cuido.

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