Salta. Puedo esperar toda la vida por ti y no aburrirme de tus pies descalzos, de tu amargura y el desencanto que creas al no querer saltar, por mí. Si te empujo no calzo, esperar tiene sus consecuencias y no sé con exactitud hasta que punto me quieres y necesitas. No esperes seguridad, que suele llegar cuando menos la necesitas, no esperes nada de ti, no esperes nada de mí. Ven, salta conmigo, yo te cuido.
lunes, 30 de julio de 2012
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