Le sonrío a la eternidad hoy en día mientras le vendo mi alma al destino. Creo que creo en él más que en la misma religión, a algo necesito aferrarme. ¿No crees?
No me molesta seguir estando molesta incluso ansío tanto la felicidad que sonrío sin querer y me río de cosas locas e incoherentes.
Si quieres entender, dale un tiempo a la existencia, vive del cara o cruz, de las decisiones que aunque parezcan algo inexactas siguen estando y son para mejor, no importa equivocarse, importa aprender.
viernes, 27 de marzo de 2009
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