Entonces así fue como llegamosa tentar cada partícula de nuestro cerebro
que descansaba de tanto pensamiento
y tanta agonía que trae el recuerdo.
Ahí, donde todos quisiesen mirar
y desbordan la sombra que no podemos mostrar
fue donde todo lo que conocemos como normal
cambió su manera de ser y se volvió lo que
hoy conocemos como poder.
Limpiamos, sudamos, ayudamos
y ¿Qué?
No hay palabras para el retorno
ni para la sutil jugada
ni para los mil y un quehaceres
ni para ti, ni para mi... Ni para un nosotros.
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