domingo, 29 de noviembre de 2009

Querida Vida:

"Escogemos lo que nos hace felices solo para permanecer en ella todo el tiempo que se pueda, pero, lo que aún no entendemos es que podemos pertenecerle, pero, jamás ser ella"

El frío desaparece, las nubes ya no son parte de todo el día. Ahora el sol (que a todo esto no me apetece) quiere hacerse ver para que podamos sonreír y ser igual de luminosos que él.
No tengo mucho que hacer, el tiempo se desvanece dependiendo de las ganas, de las cosas que debería hacer, pero, las ganas se funden, se entierran... No quieren pertenecer a un escándalo de soberbia.

¿Cuánto tiempo ha pasado? A mí, se me ha hecho eterno; no llega la hora de entrar en la calidez de la vida y de verme asomada allí, tan imaginativa y deslumbrante, haciendo lo que más amo, lo que conozco como yo.

Se pasea delante de mí, haciendo de su vida emocionante. Por mi parte sigo manteniéndome como la ironía andante y la gracia oscura de la vida. No me importa su descaro, tampoco su manera de ser, hay tantas cosas que no entiendo, pero, sé que algún día Dios me las hará comprender.

Hay sueños, hay pasatiempos, hay un momento en que podemos decir "oh estoy muerta" pero, ¿Qué sentido tiene, sino intento mantenerme despierta?
Quisiera poder sentarme a tener una platica extraña con usted, pero, el tiempo es oro, valioso, indeseable... Odioso. Y aunque todo parece imperfecto y hace señales para que veamos que todo está bien; aún no podemos ser parte de la otra.

Es un momento inoportuno, por esa razón doy un descanso a tu memoria y para la otra ocasión la reverencia será más larga, más apetecedora: Volveré con las mismas ganas que me trajeron a escribirle nuevamente, a decirle todo lo que pienso, a hacerla parte de mi recuerdo.

La de siempre y para siempre...

LiteraturaNegra.-

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