Ocaso infinito que has venido por fin
me encontré con la oportunidad absoluta
descrifrando de por medio nuestro interior.
¡Qué terrible coincidencia!
¡Qué maravillosa especulación!
Cuando lo damos todo y nos dejamos
vencer por un débil ladrón.
Ocaso infinito que has llegado de nuevo
a alumbrarme con cálidos destellos
y susurros suspirantes
de un mañana que no existe.
Aún cuando el día no termina
seguimos montando la misma obra.
jueves, 21 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario