jueves, 9 de abril de 2009

1666.-

Le doy un tiempo al tránsito intestinal de mi memoria
al hecho perdido que guarda mi sombra
al retorcido encuentro de mi recuerdo
y al papel fundamental de mi historia.

No me suena a mentira
y a la verdad me la como con ganas.
No me suena a porquerías
pues éstas están rotas
porque no las he dejado dormir en mi cama.

¿Qué necesito?
Un poco de melancolía
de resoluciones absurdas
de panes a medio comer
y sobre todo de tu boca
que sigue devorando la mía.

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