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Tengo la idea de entender mi partida
de encontrarle siquiera un sentido a la vida.
De morir sonriendo
mientras el dolor acurruca mis sentimientos.

Tengo la idea fríamente calculada en mi cabeza
sus pasos bien formados
y las instrucciones seguidas al pie de la letra.

Tengo la vida en mis manos
en ésta fría conciencia que envidia mi alma.
Tengo la vida casi terminada
casi perfecta, casi nada.

Tengo un centímetro de miedo,
un milímetro de pánico
una sustancia en mi boca
y un cordón que sigue desgarrando mi garganta.