Irrita a la abundante sociedad
al eclipse endemoniado
y a lo que mires y/u observes.
Arrastra tus huesos al altar
y deja a tu imaginación volar.
Olvida el rencor
¿De qué sirve seguir recordando?
Hunde tus manos en el dolor
y agarra la sonrisa si es que la encuentras.
No me evites,
sabes que aunque no quieras, estaré ahí.
jueves, 2 de abril de 2009
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