callaron los ángeles.
Disipó el silencio
murió el momento.
Calla la brisa
y la constante parodia sigue dando vueltas
mirándonos como atropellamos todo y sin dejar
gusto amargo seguimos envolviéndonos
el uno en el otro.
Calla el suelo,
callaron los pies.
Se frustró la sintonía
sin callar dejó de sonar.
Porque allí hemos de vernos muertos
en el callar continuo de soledades paradisiacas
aunque el ayer contrarreste la mirada
nuestros ojos siguen buscando el iris color azul.
Calla la vida,
callaron los demás.
Tiritaba de frío el miedo
soñaba con árboles la verdad.
2644.
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