lunes, 22 de agosto de 2011

Noviembre.

Si me lo preguntas, sí, me sentí yo a tu lado. Me llegaba a dar risa lo inexacta que me hacías sentir, lo fácil que me hacías reír. No, espera, eso ya era fácil.

El sol salía todo el día y no me molestaba su presencia, caminaba descalza a tu lado... Me sentía protegida. Tan idiota y malgastada, tú eras nadie, ninguno de los dos luchó para que fueras el todo. Era mucho mejor así.

Las pláticas eran casi pasatiempo, decir todo lo contrario a lo que mencionabas era como un juego y me divertía, me sigue divirtiendo ser todo lo contrario a ti. No me permitía lágrimas, todo, toda mi ideología no era un porcentaje de la tuya. Yo me reía de ti, tú te reías de mi felicidad.

- De mi inocencia -

No necesitaba regalarte el mundo, bajarte las estrellas y todas esas cursilerías para que sintieras un poco de cariño, yo te sentía sin la necesidad de las palabras. Así funcionaba todo para mí, para ti no.

Nunca fui lo que esperaste, estoy segura que tampoco lo que querías.

Pude hacerte feliz, ¡Já! Mi intención no era esa, felicidad me queda chica. Mi mundo te rodeaba para no sentirme anexa, te acompañaba mi locura para sentirse cuerda. No entendí nada y me quedé con todo guardado, tal y cual como empezó Noviembre, igual de misterioso que siempre.

Tú eras mi misterio, yo no era más que una salida.

"Era divertido serlo"

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