jueves, 22 de septiembre de 2011

4633.

Me pasé el camino por encima
deambulé casi escondida por la magia
aprendí, entre comillas, a permanecer.

Me caí.

Acostumbrada a las piezas de piedra
a enderezarme con una pinza
platicar horas con la almohada.
Acostumbrada a la simpleza.

Me caí.

Recé un tanto por mí, un demasiado por los demás
y no, no recé.
Antes de convertirnos en la pieza musical
éramos un centímetro de humanidad.

Traté de comprender
y me caí.

Mi alma toca la gracia estelar
el pasado continuo de seguir viviendo
en aquellas imágenes, en aquellos recuerdos
en aquellos adioses.

Me di la vuelta y me fui.

Acostumbrada a reír por la simpleza de las voces
al desierto de la soledad
no pude, no quise, no vi.

Una vuelta atrás
un camino sin fin.

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