Deambulé por el pasillo angosto
dibujé sábanas coloridas para encontrar,
para encontrarle un sentido a la monotonía.
Esperé en silencio el amanecer
que consigo no sabía que creer
puse mis pies en la ventana
mis ojos hacia el techo observaban.
Musité al respirar
desojé mi alma y me dediqué,
me dediqué a olvidar.
En tiempos vanos
no hay mucho que recordar.
Seguí mi camino a mi pieza
caí en los velos del sueño
desperté en el cielo.
lunes, 24 de mayo de 2010
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