martes, 20 de diciembre de 2011

17.10

Se anula el pensamiento en un tres cuartos de hora. Me parece sentir entre medio de la luz el palpitar de tu vista. Indefinidamente nos mostramos el uno al otro, caemos en la filosofía ambigua que parece llamarnos todo el tiempo y nos ilusionamos con unos cuantos defectos. Se hizo eterna la lucha, se hizo eterno el adiós.

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