sábado, 31 de diciembre de 2011

3554.

En la comprensión del infinito
la estadía partícipe en la bienvenida
buscamos los tulipanes más preciosos
nos elevamos a tal punto de extrañarnos.

Terminamos consumiéndonos
apropiándonos de miradas que no eran nuestras
liberándonos a través de la palabra libertinaje
y no comprendí, a duras penas
lo que era sentirme otra vez parte de ti.

¿Qué queda de nosotros?
Unos trozos para repartir en quienes queramos
pero no quiero repartirte
ni sentirte escaso en mi soledad
darte como regalo sería entregar lo que una vez fue mío
y te necesito entero, completo.

En la despedida más fortuita
no hay instante para arrepentimientos.

Imaginar lo que es volar a tu lado
caer en la melancolía
aferrarme a tu recuerdo
seguirte a duras penas en el olvido.

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