La vida supone un propósito, propósito que no quiero descubrir, vivir buscando algo en vez de disfrutar aquellas cosas que nacen de la nada es perder tiempo, a mí no me gusta perder tiempo. Y es difícil descifrar y explicar aquellas cosas que hacen de uno un buen recuerdo, aquellos momentos que grabas por inercia y que simplifican en otras palabras tus años. Me sienta incómodo despedirme.
Pertenezco a ese tipo de gente que no quiere pertenecer a las cosas, pero a la vez me aferro demasiado a la sustancia y tengo miedo. Me asusto y grito luego, pero hay una necesidad de seguir mientras la otra te engancha a quedarte y el tiempo sigue y no me espera.
Comprendí que hay cosas que hay que dejar ir, que las etapas son una parte de nuestras vidas, pero son una parte y no el todo... yo no estoy acostumbrada a vivir en el todo, y por más que queramos aferrarnos a la linda compañia que tenemos, existe un universo distinto e inaudito, aunque no quiera darle la bienvenida, sé a resumidas cuentas que terminaré haciendo de esto un recuerdo más, pero recuerde usted también que ha vivido haciéndome despedir de aquello que no quiero y aún así volvemos a lo mismo.
Sin despedidas ni finales, la de siempre y para siempre...
LiteraturaNegra
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