Me acostumbro a paredes cerradas
mientras la claustrofobia no aparece ni por mi espalda.
No quiero perderme detalles,
tampoco crear conflictos en la calle.
Tantas veces dije puedo y hoy renuncio a todo
pues he caído, como nunca, como ninguno.
Mi mente se ha cerrado, no quiere salir ni abrirse al mundo,
hoy todo es tan distinto, tan extraño
que ya no quiero seguir reposando aquí.
Me pierdo, como nunca y sueño de nuevo,
pero, eso no soluciona las cosas.
sábado, 22 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario