jueves, 20 de noviembre de 2008

55.-

Caigo en mi propia depresión,
en la angustia que tu no sacas y nadie saca.
Mis pensamientos sueñan con el reencuentro
mientras mis pies quieren estar pegados a la tierra.

Las flores no marchitan y hacen ver que todo está bien,
cuantas veces quiera no vale, no las tienes en cuenta.
Froto todo objeto mágico, pero, no ayuda
y me quedo contemplando como caen las gotas.

La inmensidad no cae y no se refleja
y aún así sigo creyendo que es lo mejor.

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